Director: Duncan Jones
País: Reino Unido
País: Reino Unido
Año: 2009
Género: Ciencia ficción, Intriga
Opinión personal
La ciencia ficción... un género del que nunca he sido muy fan (más bien un mero curioso que en contadas ocasiones se ha asomado a esta extraña boca de pozo), y que he de reconocer que con esta película me ha conquistado.
La historia, ambientada en un futuro no muy lejano, nos mete en la piel de un astronauta (Sam Rockwell) que vive aislado en una excavación minera de la Luna.
Tras tres largos años encargándose de las labores de supervisión y mantenimiento (y digo largos porque, salvo la IA de la estación espacial, no dispone de ninguna compañía), por fin se va acercando el ansiado día. Ya queda poco, ya casi saborea el regreso a casa con su familia. Sin embargo, a tan solo dos semanas de que su contrato expire, algo imprevisto sucede y, por accidente, un descubrimiento terrible que solo a él le concierne se le pone por delante, algo que ni por asomo jamás imaginó y que, de un día para otro, hace que toda su realidad se tambalee de forma peligrosa.
La película atrapa desde el minuto uno. Con un empiece aparentemente tranquilo, poco a poco vamos sumergiéndonos en una angustiosa intriga de la que no podremos apartarnos hasta saber el final.
La ausencia de efectos especiales es un dato de agradecer, consiguiendo una atmósfera de realidad que hace que te creas la historia. Para mí uno de los grandes aciertos de la obra, que la convierte en una ciencia ficción sólida, creíble, en mi caso la que más consigue transmitirme.
Otro de sus puntos fuertes es la interpretación de este gran actor que para mí consigue superarse a sí mismo, haciendo un papel brillante y uno de los mejores personajes de su carrera. Ese año le fueron otorgados varios premios al mejor actor por esta película, además de a la propia película y su elegante guión lleno de novedosas ideas.
Para muchos una extraña joya de la ciencia ficción. Una película que cuando empecé a verla no tenía ni idea de qué iba (como mejor se disfrutan las cosas) y que, me sorprendió tanto, que hoy forma parte de mi lista de favoritas.
No es una película más de entretenimiento, pues las polémicas preguntas que nos plantea la hacen una obra inteligente, sencilla en su puesta en escena pero compleja y profunda.
Recomendada 100%. No dejéis de verla si tenéis oportunidad.
La historia, ambientada en un futuro no muy lejano, nos mete en la piel de un astronauta (Sam Rockwell) que vive aislado en una excavación minera de la Luna.
Tras tres largos años encargándose de las labores de supervisión y mantenimiento (y digo largos porque, salvo la IA de la estación espacial, no dispone de ninguna compañía), por fin se va acercando el ansiado día. Ya queda poco, ya casi saborea el regreso a casa con su familia. Sin embargo, a tan solo dos semanas de que su contrato expire, algo imprevisto sucede y, por accidente, un descubrimiento terrible que solo a él le concierne se le pone por delante, algo que ni por asomo jamás imaginó y que, de un día para otro, hace que toda su realidad se tambalee de forma peligrosa.
La película atrapa desde el minuto uno. Con un empiece aparentemente tranquilo, poco a poco vamos sumergiéndonos en una angustiosa intriga de la que no podremos apartarnos hasta saber el final.
La ausencia de efectos especiales es un dato de agradecer, consiguiendo una atmósfera de realidad que hace que te creas la historia. Para mí uno de los grandes aciertos de la obra, que la convierte en una ciencia ficción sólida, creíble, en mi caso la que más consigue transmitirme.
Otro de sus puntos fuertes es la interpretación de este gran actor que para mí consigue superarse a sí mismo, haciendo un papel brillante y uno de los mejores personajes de su carrera. Ese año le fueron otorgados varios premios al mejor actor por esta película, además de a la propia película y su elegante guión lleno de novedosas ideas.
Para muchos una extraña joya de la ciencia ficción. Una película que cuando empecé a verla no tenía ni idea de qué iba (como mejor se disfrutan las cosas) y que, me sorprendió tanto, que hoy forma parte de mi lista de favoritas.
No es una película más de entretenimiento, pues las polémicas preguntas que nos plantea la hacen una obra inteligente, sencilla en su puesta en escena pero compleja y profunda.
Recomendada 100%. No dejéis de verla si tenéis oportunidad.