Autor: Joe Hill
Páginas: 456
Año de edición: 2010
Género: Terror
Antes de comenzar, me gustaría decir que esta reseña iría encuadrada en el reto Halloween de libros y cine junto al fuego, que nuestra querida Atalanta creó en su blog para este mes. Dicho esto, vamos al lío...
Opinión personal
Muchos sois los que habréis oído hablar de este sonado autor. Yo desde luego es el primer libro suyo que leo, mi bautismo de sangre. ¿Que qué me ha parecido? Bueno, os hablaré antes de qué va.
Nada más empezar la historia, nos encontramos con Ig Perrish, un tipo joven, treinta y tantos, que despierta tras una borrachera monumental. Al mirarse al espejo descubre dos protuberancias óseas que le han crecido en la frente.
Empiece rompedor, directo al grano. Bien, sigamos.
Poco a poco iremos descubriendo dónde estuvo la noche anterior, que no es otro sitio que un punto concreto cerca de la antigua fundición, a las afueras del pueblo, junto a un bosque; el escenario del crimen donde, un año atrás, encontraron a Merrin después de haber sido violada y asesinada. Su novia, la mujer de la que estaba enamorado y con la que tenía grandes planes de futuro.
Tras, de forma extraña, haber salido inocente del juicio que tuvo lugar en su momento, pues todas las pruebas lo señalaban a él como principal sospechoso de la muerte de Merrin, vive atormentado, con el recuerdo de ella persiguiéndole allá adonde vaya.
En este sentido, durante medio libro el autor juega con la ambigüedad, sin desvelarnos si en realidad fue Ig quién la mató, lo cual me resultó interesante.
Pero volvamos al presente, a esos extraños cuernos que le han salido. ¿Por qué? No lo sabemos. Con el paso de las páginas iremos descubriendo algunos de los poderes que estos le confieren a Ig. El primero de ellos que no tarda en descubrir, y quizá el más curioso y desolador para nuestro protagonista, es el de conocer los pensamientos más íntimos y retorcidos de las personas que le rodean, las intenciones ocultas, aquello que jamás revelaríamos a nadie. Para su propio desconcierto, todo desconocido con el que se topa en su camino acaba revelándole sus trapos sucios, sus intenciones más oscuras; un poder que él no pide y hasta le incomoda, pues descubre que la mayoría del pueblo desea verlo muerto, creyendo que fue él el asesino de Merrin hace un año.
Para mayor sufrimiento, al intentar ampararse en los suyos, descubre que sus padres piensan igual, hasta su abuela. Sin saber adónde ir, decide alejarse de todo y todos para pensar seriamente, tratar de hallar ciertas respuestas y trazar un plan.
A groso modo, y de forma muy muy resumida, así empieza la trama. Una historia que alterna capítulos del pasado con capítulos del presente. Debo decir que me ha sorprendido el autor, se nota que ha mamado bien del buen hacer de su padre. ¿Similitudes con Stephen King? Muchas; personajes muy bien perfilados llenos de grandes dilemas, maestría a la hora de retratar esos momentos de infancia y adolescencia, diálogos mordaces, guiños mil a la cultura de una época, lo paranormal, especial interés en condenar todo aquello religioso, habilidad única para diseccionar las miserias humanas, la hipocresía de una sociedad de imagen impoluta, la eterna lucha entre el bien y el mal...
Sin embargo, aun con todas las similitudes respecto el estilo de su padre, he podido apreciar en Joe Hill un aire fresco, osado, aventurero, ese quizá que destilaban las primeras historias de su padre.
De este libro, he llegado a leer críticas donde lo ponen de vulgar, soez, desagradable... Supongo que será por sus escenas sexuales, los tacos o las disertaciones "poco amables" (dejémoslo ahí) sobre la religión católica. Personalmente, no son cuestiones que hieran mi sensibilidad, al contrario, suman puntos al libro, pues el sexo, las palabrotas o una visión crítica, sarcástica, de ciertas cosas, no hacen sino añadir realismo a la historia, dotándola de naturalidad. En otras palabras, retratar aspectos de la vida misma, sin florituras ni adornos.
"Siempre se ha dicho que Satán es el enemigo, pero Dios teme a las mujeres más incluso que al demonio, y hace bien. La mujer, con su poder de engendrar vida, es quien fue hecha a la imagen y semejanza del Creador, no el hombre, y ha demostrado ser, con mucho, más digna de la adoración del hombre que Cristo, ese barbudo fanático que disfrutaba anunciando el fin del mundo (...). El demonio y la mujer han sido aliados frente a Dios desde el principio, desde el mismo momento en que Satán se presentó ante Adán en forma de serpiente y le susurró que la verdadera felicidad no residía en la oración, sino en el coño de Eva."
Estoy seguro de que volveré a repetir con el autor, porque he disfrutado del libro, de sus personajes y su estilo descarnado y entretenido.
Quizá el único fallo que he encontrado es que, a pesar de estar publicado por una editorial importante, he dado con numerosas erratas a lo largo de todo el libro. Pero bueno, es algo nimio, perdonable.
No da miedo, como la mayoría de libros de King, pero incomoda, angustia por momentos, lo cual se agradece mucho.
Siguiendo el reto de Halloween que Atalanta desde su blog planteaba, os hablaré un poco de la película, la cual acabo de ver.
No merece ni que se comente, pero bueno... Nada de lo que sale en ella es como me lo imaginé en el libro. Pero al margen de esto, como adaptación es una birria, los personajes son penosos, se saltan cosas, alteran acontecimientos, o se los inventan directamente, suprimen personajes... Todo sucede muy rápido, pasando de un suceso a otro de forma forzada.
De todas formas, siempre he pensado que hay libros (y es algo que, casualmente, pasa en la mayoría de historias de King), cuyas ideas originales quedan bien sobre el papel y en nuestra imaginación, pero llevadas a la pantalla resultan disparatadas, surrealistas y patéticas.
Nada más empezar la historia, nos encontramos con Ig Perrish, un tipo joven, treinta y tantos, que despierta tras una borrachera monumental. Al mirarse al espejo descubre dos protuberancias óseas que le han crecido en la frente.
Empiece rompedor, directo al grano. Bien, sigamos.
Poco a poco iremos descubriendo dónde estuvo la noche anterior, que no es otro sitio que un punto concreto cerca de la antigua fundición, a las afueras del pueblo, junto a un bosque; el escenario del crimen donde, un año atrás, encontraron a Merrin después de haber sido violada y asesinada. Su novia, la mujer de la que estaba enamorado y con la que tenía grandes planes de futuro.
Tras, de forma extraña, haber salido inocente del juicio que tuvo lugar en su momento, pues todas las pruebas lo señalaban a él como principal sospechoso de la muerte de Merrin, vive atormentado, con el recuerdo de ella persiguiéndole allá adonde vaya.
En este sentido, durante medio libro el autor juega con la ambigüedad, sin desvelarnos si en realidad fue Ig quién la mató, lo cual me resultó interesante.
Pero volvamos al presente, a esos extraños cuernos que le han salido. ¿Por qué? No lo sabemos. Con el paso de las páginas iremos descubriendo algunos de los poderes que estos le confieren a Ig. El primero de ellos que no tarda en descubrir, y quizá el más curioso y desolador para nuestro protagonista, es el de conocer los pensamientos más íntimos y retorcidos de las personas que le rodean, las intenciones ocultas, aquello que jamás revelaríamos a nadie. Para su propio desconcierto, todo desconocido con el que se topa en su camino acaba revelándole sus trapos sucios, sus intenciones más oscuras; un poder que él no pide y hasta le incomoda, pues descubre que la mayoría del pueblo desea verlo muerto, creyendo que fue él el asesino de Merrin hace un año.
Para mayor sufrimiento, al intentar ampararse en los suyos, descubre que sus padres piensan igual, hasta su abuela. Sin saber adónde ir, decide alejarse de todo y todos para pensar seriamente, tratar de hallar ciertas respuestas y trazar un plan.
A groso modo, y de forma muy muy resumida, así empieza la trama. Una historia que alterna capítulos del pasado con capítulos del presente. Debo decir que me ha sorprendido el autor, se nota que ha mamado bien del buen hacer de su padre. ¿Similitudes con Stephen King? Muchas; personajes muy bien perfilados llenos de grandes dilemas, maestría a la hora de retratar esos momentos de infancia y adolescencia, diálogos mordaces, guiños mil a la cultura de una época, lo paranormal, especial interés en condenar todo aquello religioso, habilidad única para diseccionar las miserias humanas, la hipocresía de una sociedad de imagen impoluta, la eterna lucha entre el bien y el mal...
Sin embargo, aun con todas las similitudes respecto el estilo de su padre, he podido apreciar en Joe Hill un aire fresco, osado, aventurero, ese quizá que destilaban las primeras historias de su padre.
De este libro, he llegado a leer críticas donde lo ponen de vulgar, soez, desagradable... Supongo que será por sus escenas sexuales, los tacos o las disertaciones "poco amables" (dejémoslo ahí) sobre la religión católica. Personalmente, no son cuestiones que hieran mi sensibilidad, al contrario, suman puntos al libro, pues el sexo, las palabrotas o una visión crítica, sarcástica, de ciertas cosas, no hacen sino añadir realismo a la historia, dotándola de naturalidad. En otras palabras, retratar aspectos de la vida misma, sin florituras ni adornos.
"Siempre se ha dicho que Satán es el enemigo, pero Dios teme a las mujeres más incluso que al demonio, y hace bien. La mujer, con su poder de engendrar vida, es quien fue hecha a la imagen y semejanza del Creador, no el hombre, y ha demostrado ser, con mucho, más digna de la adoración del hombre que Cristo, ese barbudo fanático que disfrutaba anunciando el fin del mundo (...). El demonio y la mujer han sido aliados frente a Dios desde el principio, desde el mismo momento en que Satán se presentó ante Adán en forma de serpiente y le susurró que la verdadera felicidad no residía en la oración, sino en el coño de Eva."
Estoy seguro de que volveré a repetir con el autor, porque he disfrutado del libro, de sus personajes y su estilo descarnado y entretenido.
Quizá el único fallo que he encontrado es que, a pesar de estar publicado por una editorial importante, he dado con numerosas erratas a lo largo de todo el libro. Pero bueno, es algo nimio, perdonable.
No da miedo, como la mayoría de libros de King, pero incomoda, angustia por momentos, lo cual se agradece mucho.
Siguiendo el reto de Halloween que Atalanta desde su blog planteaba, os hablaré un poco de la película, la cual acabo de ver.
No merece ni que se comente, pero bueno... Nada de lo que sale en ella es como me lo imaginé en el libro. Pero al margen de esto, como adaptación es una birria, los personajes son penosos, se saltan cosas, alteran acontecimientos, o se los inventan directamente, suprimen personajes... Todo sucede muy rápido, pasando de un suceso a otro de forma forzada.
De todas formas, siempre he pensado que hay libros (y es algo que, casualmente, pasa en la mayoría de historias de King), cuyas ideas originales quedan bien sobre el papel y en nuestra imaginación, pero llevadas a la pantalla resultan disparatadas, surrealistas y patéticas.