Título: Passengers
Director: Morten Tyldum
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Ciencia Ficción
Opinión personal
Cuando vi que esta película era de ciencia ficción he de reconocer que me echó para atrás un poco, porque no me gusta mucho este género. Y tengo que decir que me ha sorprendido gratamente. Una historia original que me ha entretenido hasta el final.
Una nave espacial interestelar que viaja con el piloto automático hacia un planeta lejano, con su tripulación en hibernación, queda dañada tras atravesar un manto de asteroides, provocando el fallo en una de sus muchas cápsulas. Como consecuencia, Jim Preston despierta 90 años antes de llegar a su destino. Completamente solo, hace todo lo que se le ocurre por arreglar su cápsula y poder volver a hibernar, pero todo intento es fallido. Tras un año de soledad y cautiverio obligados, Jim está desesperado. Sólo cuenta con la compañía del barman de un bar de la nave; un androide bastante conseguido, pero que no deja de ser una máquina.
Pasa el tiempo y Jim está siendo consumido por la incomunicación. Anhela la compañía humana. Su estado mental se está viendo afectado y comienza a obsesionarse con la idea de despertar a una tripulante de la cual cree haberse enamorado sin conocerla. Pasa varios meses luchando consigo mismo para no hacerlo, pero la obsesión termina ganando y fuerza la cápsula de Aurora, despertándola de la hibernación.
Ajena a todo, ella cree que su cápsula se estropeó como la de Jim y éste no se preocupa en contarle la verdad. Por fin tiene compañía. Aurora sufre un período de no aceptación y dedica todo su tiempo en averiguar cómo arreglar su cápsula, pero finalmente termina resignándose a la realidad. Están atrapados a 90 años de su destino. Por suerte no está sola y cuenta con Jim, un chico que va ganándose su confianza y del que termina enamorándose.
Como os podéis imaginar, la chica termina descubriendo el pastel y entra en cólera. Imaginaros la situación por un segundo. Debe ser asfixiante no poder salir a tomar el aire y perder de vista a la persona que amas y que te ha traicionado de esa manera. Si no fuera por él estaría en su cápsula metida durante los próximos 90 años, hasta llegar a su destino: una colonia reservada a unos pocos privilegiados, que ahora no llegará a conocer nunca. Gracias a él pasará su vida en una nave con el hombre que lo provocó.
Pero nada mejor que un mal mayor para verse obligados a entenderse y a trabajar en equipo. La nave comienza a fallar y descubren que hay una avería grave. Si no la arreglan morirán todos, ellos y el resto de la tripulación que hiberna. Cuando ven sus vidas peligrar afloran esos sentimientos que el rencor y el odio enterraron, pero tal vez sea demasiado tarde.
Creo que para mí ha sido fundamental el escenario donde transcurre todo. Más que una nave parece que vayan en un crucero por alta mar. No es lo que este tipo de películas me tiene acostumbrada.
Y por supuesto, el mayor atractivo lo forma esta pareja de guapos que en ocasiones me han resultado hasta divertidos. Algo que no me suele ocurrir con las historias de amor. Sin llegar a empalagar consiguen ser creíbles. Nunca pensé que recomendaría una película de ciencia ficción, pero aquí estoy. Merece la pena.
Ajena a todo, ella cree que su cápsula se estropeó como la de Jim y éste no se preocupa en contarle la verdad. Por fin tiene compañía. Aurora sufre un período de no aceptación y dedica todo su tiempo en averiguar cómo arreglar su cápsula, pero finalmente termina resignándose a la realidad. Están atrapados a 90 años de su destino. Por suerte no está sola y cuenta con Jim, un chico que va ganándose su confianza y del que termina enamorándose.
Y por supuesto, el mayor atractivo lo forma esta pareja de guapos que en ocasiones me han resultado hasta divertidos. Algo que no me suele ocurrir con las historias de amor. Sin llegar a empalagar consiguen ser creíbles. Nunca pensé que recomendaría una película de ciencia ficción, pero aquí estoy. Merece la pena.