sábado, 31 de enero de 2015

Laberintos


Título: Laberintos
Autor: Manuel Osuna
Páginas: 194
Año de edición: 2014
Género: Terror


Sinopsis
Un monasterio medieval, el Titanic, un videoclub o la piscina municipal. En cualquier lugar pueden suceder historias inquietantes y aterradoras. Manuel Osuna presenta 13 relatos de suspense –varios de ellos ganadores en certámenes literarios–, que atrapan y que son como los caminos de un laberinto: retorcidos, angustiosos, con giros inesperados y finales impredecibles.



Opinión personal
Con este libro fueron dos cosas las que me llamaron la atención:
-Una el libro en sí, o aspecto externo: la sugerente portada con ese azul tan limpio; la seductora sinopsis, pues como ya muchos sabéis los relatos son un género que me puede.
-Y dos, las buenas críticas que tenía, que contrasté tras investigar un poco por la red.

Antes de nada, comentar que cuando un libro es autopublicado me da cierto reparo a la hora de adquirirlo, las dudas sobre su supuesta calidad literaria me asaltan, y está mal que sea yo precisamente quien lo diga pues el autor es de mi misma editorial. Sin embargo, de cuando en cuando, entre la más o menos discutible morralla publicable, uno se topa con este tipo de joyitas cuya calidad no deja lugar a ningún tipo de debate, el clásico libro que tras su lectura acabas conservando con cariño en la estantería.

Sobre el estilo de Manuel Osuna solo puedo hablar elogios. Su prosa es atractiva, limpia, rica y muy cuidada, agradable. Su narrativa elegante, llena de ironías, humor negro y un sentido crítico y mordaz a la hora de retratar la supuesta realidad que nos rodea.

Nos encontramos con un libro de 13 relatos, unos más breves, otros más desarrollados, que en líneas generales me han dejado muy buen sabor de boca. Pasaré a comentarlos por encima y, por qué no, puntuarlos por separado.

Los crímenes del videoclub
El protagonista de este relato es el dueño de un videoclub que ve cruzar por su puerta los últimos días de un querido negocio familiar, la decadencia de un formato muy de barrio, que llegado el caso, de la resignación pasa a la rabia más absoluta, tomándose la justicia por su mano ante conductas que considera intolerables.

"Los antiguos posters que inundaban su habitación, le recordaban tiempos mejores, donde el eterno adolescente de Regreso al futuro aún no temblaba de Parkinson ni Superman había muerto tetrapléjico en una silla de ruedas. Emilio apagó la luz y entonces volvió a pensar que no, que no era un psicópata, porque los psicópatas eran seres fríos, sin sentimientos, y él estaba llorando."
A este personaje le cogí especial cariño porque nos une ese mismo amor por el cine.
El relato que más me gustó.
10

Certificado de defunción
Trata de un cochero de las pompas fúnebres al que le dan un encargo de última hora: transportar el cuerpo en su ataúd de un pobre diablo anónimo al que encontraron ahogado en el río. Para ello tendrá que atravesar un bosque siniestro de madrugada y con el peor temporal de invierno imaginable, hasta llegar al cementerio adonde van los pobres para que sea enterrado en una fosa común.


Por el camino hay complicaciones y... Bueno, aunque ya por la mitad del relato el final se huele a leguas, al menos en mi caso, me ha encantado la ambientación tan magistral con la que recrea esa atmósfera angustiosa. Con este relato casi podía sentir el frío entumeciendo mis huesos.
9

Había una vez un circo
Relato breve que se asoma a las miserias del mundo del circo. Una pieza breve aunque con mucha ironía.
8

El dentista de Baker Street
Este es un regalo para los que somos fans de Sherlock Holmes y su inseparable Watson. Un caso aparentemente incomprensible cuya resolución se me antojó simpática. Me ha sorprendido la fidelidad con la que homenajea ese estilo característico de Conan Doyle.
7

Indigestión
Este me ha recordado a la peli "Las colinas tienen ojos", con ese puntito caníbal y descarnado. Breve, aunque original y con unos personajes muy bien perfilados en pocos trazos.
6

Campanero
Giro de tuerca del clásico "El jorobado de Notre Dame", con un toque de más crudeza.
6

Catorce corderitos
Sé que las comparaciones son odiosas, pero a mí me ha recordado a "El corredor del laberinto", con cierto guiño a Agatha Christie. De todos el que más flojo me ha parecido.
5

La manzana podrida
Este se desarrolla en un monasterio en la época medieval. Y es curioso porque en ningún momento dice que lo sea, solo con ese estilo gótico y refinado que le imprime al relato no hace falta que nos den más explicaciones porque consigue trasladarnos al medievo con excelente facilidad.


Este es genial, por la calidad narrativa que desprende y por ese final inesperado.
9

La mascota del Titanic
Giro de tuerca al histórico suceso del hundimiento del más famoso de los barcos, combinando tragedia con un simpatiquísimo final, dentro de lo retorcido.
7

Mundo Diversión
Historia de fantasmas donde, irónicamente, y con razón, los vivos son siempre más peligrosos que los propios difuntos.
6

El caso de la costurera caníbal
Nuevo caso para el detective más célebre con ese estilo Conan Doyle que tanto me gusta. Más intenso y serio que el otro donde también aparecía Holmes, aunque se me hace corto, con un final que te deja con ganas de querer saber más sobre la protagonista de este caso.
7

Noche de castigo en Hamelín
Guiño a "El flautista de Hamelín", combinando esa fantasía de cuento con ese toque macabro con el que el autor (y este servidor) parece disfrutar a la hora de contar una historia.
8

Bañistas
Último relato, y uno de los más desarrollados del libro, donde se nos cuenta el reto al que un grupo de "personas especiales" llenas de obsesiones tiene que hacer frente en plan terapia de choque. Muy bueno también, el prota me recordó al personaje que DiCaprio interpreta en "El aviador".
8
.....

Mis favoritos, como ya se ha podido ver, son:
Los crímenes del videoclub
Certificado de defunción
La manzana podrida

Lo mejor:
-La deliciosa narrativa del autor con la que nos envuelve a la hora de meternos en la piel de sus personajes.
Lo peor:
-Quizá la brevedad de algunos de sus relatos.

Me ha gustado mucho, y por eso sin duda os lo recomiendo. Yo me lo bebí en 3 o 4 noches. Lo bueno de este tipo de libros es que aunque algunas historias no os llamen demasiado, siempre habrá otras que sí cubran vuestras expectativas.

Los que queráis haceros con él lo tenéis en Amazon (en papel) pinchando aquí.




lunes, 26 de enero de 2015

El lado bueno de las cosas


Título: El lado bueno de las cosas
Director: David O. Russell
País: Estados Unidos
Año: 2012
Género: Comedia Romántica


Opinión personal
Esta película está protagonizada por Pat, un maestro con un trastorno bipolar. Su última crisis lo llevó a una institución mental, la cual abandona al comienzo de esta historia. Está decidido a retomar el control de su vida, pero lo ha perdido todo. Los amigos le rehúyen, perdió el trabajo y además tiene una orden de alejamiento hacia su mujer. Aún así, Pat está convencido que puede con todo y está obsesionado con recuperar a su esposa.

El entorno familiar de nuestro protagonista es cuanto menos pintoresco. Un padre, interpretado por el gran Robert de Niro, lleno de supersticiones perdido en el mundo de las apuestas; una madre permisiva y consentidora de su pequeño niño y un hermano con una vida ejemplar, que no se corta en alardear de sus triunfos. Hay momentos en esa casa que no tienen desperdicio.



Por si fuera poco, Pat tiene un pequeño problema cada vez que escucha una canción, que le trae amargos recuerdos. Le provoca un bloqueo mental y entra en cólera. Deberá hacer frente a miedos y oscuridades. Una persona aparece en su lucha y jugará un papel esencial.


Por suerte al maestro le queda un amigo fiel, el cual le presenta a su cuñada, recién enviudada. Tiffany resulta ser una chica llena de complejidades y rarezas. Ambos se ven conectados a través de sus neurosis comunes. Pat ve a través de Tiffany una forma de comunicarse con Nikki, su esposa. Le pide el favor de hacerle entrega de una carta suya. Ella accede pero le pide algo a cambio. Comienza aquí una amistad muy especial.



Se trata de una “tragicomedia romántica”, con la que he pasado un buen rato y como he comentado también he echado alguna risa. El tema principal, la enfermedad mental de Pat es todo un drama, pero sin embargo, cuando he terminado de verla no me ha dejado un sabor amargo. Y aunque los protagonistas no me encajaron a priori para este tipo de papeles, al final me han convencido


A mi parecer, las películas de este tipo, optimistas a pesar de la tragedia, que enseñan lecciones de la vida y nos hacen sonreír siempre son bienvenidas. Tal como su título dice, nos muestra el lado bueno de las cosas.








martes, 20 de enero de 2015

Reto Literigatos

Muy buenas, aquí venimos con otro reto al que nos apuntamos.
Ya es sabida nuestra gran debilidad por los gatos (sobre todo yo, que cada vez que me cruzo con uno por la calle me acabo parando embobado), así que a este no nos podíamos resistir porque nos ha parecido de lo más simpático.



¿En qué consiste?, os preguntaréis, pues muy sencillo: se trata de localizar a los gatos que salen en nuestras lecturas a lo largo de este año 2015, rellenando en el caso de cada personaje gatuno lo siguiente:
  • Nombre del libro y del autor.
  • Nombre del gato y de su dueño, si es que lo tiene.
  • Características del gato.
  • Fragmento que compruebe la existencia del gato.

Podéis crear una entrada con cada gato literario que encontréis, o bien publicar una entrada a final de año que reuna a todos vuestros gatos (que seguramente sea lo que nosotros hagamos).

Para realizar el reto, Centinela, del blog Imaginatura, nos propone llevarlo a cabo con 3 posibles modos de dificultad:
-Principiante: 5 literigatos.
-Difícil: 10 literigatos.
-Legendario: 15 literigatos.

Creo que es el tercer año consecutivo que organizan dicho reto (no estoy ya seguro). Nosotros al ser nuestra primera vez, y al no disponer del tiempo que nos gustaría dedicarle a la lectura por nuestras obligaciones, nos apuntaremos a la modalidad de 5 literigatos.
Los que queráis apuntaros o informaros con más detalle, podéis hacerlo pinchando aquí.

¿Os animáis? (Sé de algun@s que seguro que sí, jajaja).
Un abrazo gatuno!!




miércoles, 14 de enero de 2015

El hobbit (la trilogía)


Título: El hobbit
Director: Peter Jackson
País: Estados Unidos
Año: 2012-2014
Género: Fantástico, Aventuras


Casi una década llevamos los fans pidiendo a gritos la adaptación de esta mágica obra del maestro de la fantasía. Adaptación no exenta de polémica, no solo en su producción (los constantes problemas legales y dificultades con las que el equipo ha tenido que lidiar), sino también una vez llevada al cine. Repartida en tres películas, este año pasado se ha estrenado su última parte.
Desde el cariño, pero sin faltar a la verdad o dejar de ser objetivo, este será un análisis exhaustivo de toda la trilogía, un viaje por el recuerdo y las sensaciones, por lo que si son amantes del universo Tolkien, pónganse cómodos.
No obstante, antes de ir al meollo, vayamos por partes...

La supuesta polémica
-Para empezar, a muchos no les gustó desde un principio que se fueran a hacer tres películas de un libro menos extenso que cualquiera de El señor de los anillos. ¿Creen que es estirar mucho el chicle? Bueno, ¿y qué? Yo encantado. Más allá de los evidentes intereses lucrativos de las productoras, para mí, como fan incondicional, cuando me enteré di saltos de alegría. ¿Tres en vez de una? Pues mejor, me dije, así recrearán más al detalle la historia o incluso (tal como han hecho) la amplíen con invenciones propias que la enriquezcan. Como si deciden hacer una maldita serie. En mi caso, cualquier excusa es buena para volver a la Tierra Media, donde hasta la fecha la fantasía más ha vibrado en mí. De hecho, al salir de ver esta tercera sentí nostalgia al comprender que sería la última vez que mis sentidos se reencontraran con este mundo tan especial y atemporal. (Espero que no, y que en un futuro no muy lejano el resto de obras, no nos olvidemos, cuyos derechos de autor pertenecen ya a los hijos de Tolkien, puedan llegar a ver la luz en el cine gracias a fructíferas negociaciones).

-Otra parte de la polémica viene salpicada por las películas en sí, cuya adaptación de la obra original, si bien es cierto que son fieles en gran medida, se toman también ciertas licencias para inventarse cosas o cambiarlas. Aquí estoy de acuerdo, y es más que comprensible, aunque solo en un 50%, no como para llegar al extremo de desmerecer la totalidad de las películas.
Aunque este punto ya lo desarrollaré más adelante, con ejemplos; entremos ya sin más dilación en materia... (¿Spoilers? Tal vez, aunque no importantes).

Un viaje inesperado
Como todos los comienzos tiene ese toque especial a cuento, La Comarca, el lugar más idílico del mundo imaginario (no se me ocurre otro lugar mejor adonde me apeteciera estar). La carga nostálgica es grande porque sabemos que será la última vez que la pisemos. Ya en los primeros compases se nos tiende ese puente temporal entre el Bilbo anciano y el joven, el cual, y nunca creí que diría esto (pues por el antiguo actor siento adoración), no lo hace nada mal. Una forma exquisita de unir una trilogía y otra ya que, como ya todos sabréis, son 60 años los que transcurren entre la aventura de Bilbo y la epopeya del anillo de su sobrino Frodo.


Fiel al libro, el personaje cobra vida en este rincón costumbrista, rápidamente, en apenas cuatro trazos argumentales, reconoceremos ese ser amante de la tranquilidad, de las rutinas, de su hogar, que con un pequeño empujoncito vivirá la aventura de su vida, de lo que al fin y al cabo trata esta historia. Fantaseando, cuando alguna vez me han preguntado por cual sería mi rol en ese mundo, siempre he dicho que de todos sería Bilbo, con el que más me identifico (ratón de biblioteca, soñador pero con bastante tendencia a la vida sencilla), ni héroes ni guerreros por quienes se cantan gestas, solo un humilde hobbit. En el fondo creo que todos somos un poco Bilbo, de ahí lo rápido que empatizamos con él.

Con la llegada de los enanos la cosa empieza a desmadrarse para nuestro protagonista.
He de confesar que la escena de la reunión en Bolsón Cerrado (la cena, las canciones, borracheras y posteriores decisiones que se toman) no es tal y como me la imaginé cuando la leí en su día, pero igualmente es soberbia, fiel al libro. Me hizo mucha gracia la intrusión, el asalto a la despensa ante la impotencia e incredulidad de Bilbo. La película se recrea en dicho momento dedicándole abundante metraje, cosa que agradecí al ser uno de mis pasajes favoritos, una despedida a La Comarca que resulta enternecedora y de lo más simpática.


Con los personajes enanos Peter Jackson se luce a base de bien. Con apenas unos pocos detalles, dota a cada uno de los 13, que ya es mucho decir, de personalidad, para que ya en la primera película los reconozcamos por algún rasgo o peculiaridad. Lo tenía difícil, ¿no creen? Pues de hecho incluso en el libro, reconozcámoslo, salvo Escudo de Roble, su líder, los dos más jovenzuelos y el gordo, el resto de nombres desfilaban ante nuestra imaginación como meros desconocidos.
Gran acierto aquí, medalla de oro para el director, que ya sabía que si los enanos no funcionaban nada en la película funcionaría.
Y haciendo un paréntesis en ellos, de los 13, el que más conseguido está para mí (ojo, no el que más me gusta, pues por separado me gustan todos), digamos el que más se ajusta con ese "enano atemporal de la fantasía épica" que yo tengo en la imaginación, es Balin (el más veterano, el de la barba blanca), estéticamente al menos.


Tal como venía siendo habitual en El señor de los anillos, también se nos introduce una especie de prólogo para ponernos en antecedentes en ese marco histórico y descubrirnos nuevos personajes que, como en el pasado, también cobrarán vital importancia en el futuro.
Debo reconocer que con el rey elfo me han ganado, un personaje de lo más interesante, frío y orgulloso que a más de uno no le importaría bucear en su pasado para descubrir más sobre su persona.


También en este flashback conoceremos a Azog, el Profanador (no me negarán que ya solo el nombre no acojona), un personaje que aunque no sale en el libro, igualmente podría haber estado. Al leer sobre la gran batalla del final, imaginamos que estarían capitaneadas por mandos orcos, ¿no? Bueno, aquí Jackson hace gala otra vez de su buen hacer a la hora de contar una historia, intuyendo que con un malo malísimo nuestra odio y emoción serán más fáciles de canalizar en una sola dirección. Y qué bien lo ha hecho, solo por este personaje ya merece la pena la película. Desde entonces uno de mis villanos favoritos.


No quiero extenderme más aquí, tan solo apuntar un detalle en esta espectacular retrospectiva: la estética de algunos enanos durante dicha batalla, las cabezas afeitadas, llenos de tatuajes, con las rojizas crestas y barbas teñidas al más puro estilo "enano matador", un claro guiño a los fans de Warhammer.

Con la escena de los trolls, muy famosa en el libro, tenía mis miedos viendo lo visto en El señor de los anillos, que, meros esclavos autómatas, carecían de personalidad, pero también aquí Jackson pasa la prueba con matrícula de honor.


Luego llegamos a momentos anecdóticos en la película que no se encuentran en el libro, o eso creo, si la memoria no me falla, pero que, digan lo que digan, a mí me parecen sublimes, fieles al espíritu tolkieniano.
Uno es ese concilio donde los grandes entre grandes, la parte más blanca de la Tierra Media, por llamarla de algún modo, contrasta información y opiniones.


Otro es Radagast, el Pardo. Todo en este personaje me entusiasma. Un regalo que el director ha tenido a bien de ofrecernos pues en la ambiciosa obra de Tolkien, en conjunto, apenas se le menciona y sus apariciones son muy anecdóticas. Junto con Tom Bombadil, una de las figuras más legendarias y misteriosas. La añeja casa de este mago, con el tiempo venida a menos, como el bosque que la rodea, me parece un auténtico rincón de cuento. Mi segundo rincón favorito de la Tierra Media.


Otro momento inventado sería esta lucha entre gigantes, una montaña contra otra con la aventurera compañía de por medio, que sin duda me pareció espectacular, acorde con esa fantasía legendaria más propia de la época de Bilbo que de la de su sobrino.

Si hay una escena cumbre en El Hobbit es el momento "Acertijos en la oscuridad", todos los que alguna vez leímos el libro recordamos ese capítulo, a decir verdad el que más relevancia tiene de cara a El señor de los anillos. Escena fiel donde las haya, que con gran maestría se nos muestra esa última secuencia de un Gollum soberbio, rebosante de esa bipolaridad mezquina e inocente a partes iguales, donde este tándem de actores nos regalan minutos impagables.


¿Todo en la película es maravilloso?, os preguntaréis. Pues no.
La gran pifia en esta primera parte se da en la secuencia bajo la montaña, en la ciudadela subterránea de trasgos. Si es verdad que estos están muy logrados, mejor que los trasgos de montaña que aparecían en la anterior trilogía, su líder, el rey trasgo, es una burda caricatura que no está a la altura me temo de la calidad del resto de la película. Una escena que queda reducida a algo cómico, ridículo y, si hablamos ya de la escapada (esa especie de caída surfera sobre una plataforma hacia las profundidades de la montaña) hasta infantil.
Algo parecido ocurre en otra secuencia de la peli con Radagast intentando dar esquinazo a los wargos en su trineo, no por la estética, muy conseguida y de cuento, sino por los efectos malogrados del ordenador, que en ese momento chirrían un poco con lo acostumbrado hasta el momento.

Pero aun con sus taras, nada ensombrece ese final, un broche de oro con una épica que, aunque la obra original no la buscaba (¡ya lo sé!), a mí me encanta. Emoción en estado puro para ese duelo de voluntades, el momento en el que banda sonora y planos cortos de miradas rezumando odio consiguen erizarte la piel desde tu asiento.



La desolación de Smaug
Resumiendo mucho mucho la segunda película, solo decir que comparándola con la anterior, más equilibrada y armónica, esta se hace más atropellada. La primera mitad es acción continua, no terminan de salir de unos apuros para meterse en otros (aunque pensándolo bien, siguiendo el ritmo del propio libro); la segunda mitad la dividiría a su vez en dos partes:
-Una sería la de Esgaroth, o Ciudad del Lago, que cobra más protagonismo que en el libro, un cambio por parte del director que veo todo un acierto. Esta parte es muy disfrutable y está recreada con muy buen gusto.
-La otra sería Smaug. Es comprensible que le dediquen abundante metraje, no olvidemos que es la causa de las ruinas y miserias del destino de los enanos, el motivo que los mueve. Sin embargo, y aunque como digo está justificado, no deja de resultarme una parte algo pesada que se eterniza bastante.


Momentos curiosos, creo que muy esperados por los fans. Desde mi punto de vista, dos:
-Por un lado tenemos ese encuentro con Beorn, uno de mis personajes favoritos y que tenía curiosidad por ver cómo lo ponían en pie. Me gustó el resultado. Aunque para mi gusto demasiado breve, podían haberse ahorrado tantos minutos de arañas y haber añadido más con este personaje (no obstante, me consta que se amplia en la versión extendida de la película, a la que estoy deseando de hincarle el diente).
También los dominios de Beorn, esta especie de casa-granja, es otro de mis rincones idílicos favoritos, junto con Bolsón Cerrado y la casucha del mago Radagast en el bosque negro. Es muy parecida a cómo me la imaginé en el libro.



¡Corred, insensatos!


-Otro momento creo que muy esperado es el encierro y posterior escapada de la fortaleza élfica. Aquí conoceremos más a este enigmático personaje, Thranduil, rey elfo y padre de Legolas, que tiene tres o cuatro secuencias muy dignas.
Matizando en los elfos, debo reconocer que aunque Legolas y Tauriel (personaje femenino inventado) no aparecen en El Hobbit en ningún momento, encajan muy bien en este universo, fieles a su naturaleza. En el caso de él por cronología bien podría andar por allí; en el de ella, bien podría existir. Acierto como personajes, pero tremenda cagada en otras cosas:
En el caso de él, su combate con Bolgo (el hijo de Azog, este orco enorme) es de un cutre impresionante, unas secuencias de ordenador descarado igual de decepcionantes que el "pinball" que se marca Bombur por el río.


En el caso de ella, la elfa guerrera, aunque como digo su personaje está muy bien, es intolerable la relación sentimental con uno de los enanos. Por aquí, señores míos, sí que no paso. Contradice la naturaleza de ambas razas y va contra la esencia de este mundo imaginario. ¿Qué pretendían, rollo triángulo amoroso tipo Crepúsculo? Por mi parte, la gran cagada de la película.

Del final no les hablaré por respeto a los que no lo hayan visto. Solo diré que lo que muchos han tildado de un mal final, a mí me ha parecido algo idóneo. Otro de los grandes aciertos.


La batalla de los cinco ejércitos
Llegamos a ese momento de la historia donde nuestro hobbit, habiendo dado ya muestras de valor a lo largo de esta aventura, tendrá que reunir el coraje que todo héroe, grande o pequeño, alberga dentro.


Empezamos por donde se nos dejó en la segunda parte, con la Ciudad del Lago al borde de su destrucción. Donde los humanos (tanto su heroísmo como su lado más miserable y ruin) adquieren su momento de más protagonismo, para más tarde pasar el relevo a sus hermanos mayores, esas razas ancestrales en la Tierra Media.
Mejor principio no puede tener.


El bueno de Jackson, entregado a los fans, vuelve a atesorarnos con unos momentos especiales donde los más elevados tendrán también su momento de gloria. Y aunque no sale en el libro, es una de esas perlas que encajan a la perfección dentro de su mitología.


Como curiosidad, diré que todo lo que no me gustaron Legolas y Tauriel en la segunda (no sus personajes, sino cómo se rigen), en esta tercera y última parte están increíbles, con escenas colosales por separado.


¿Pero, de qué va esta película sino de una gran batalla? La primera mitad es la preparación, con sus conflictos de por medio, pero la intranquila espera al fin y al cabo; la segunda mitad, la batalla, épica a más no poder, con efectos especiales inmejorables y la única razón por la que llevo ansioso todo este año pasado.
En una sola palabra: Espectacular.


Medalla de oro para Jackson por los orcos, que superan en todo a los de la anterior trilogía. Estos son más duros y corpulentos, estéticamente más creíbles (ricos en detalles, tullidos, deformes o atrofiados), por no hablar de la gran variedad de tipos de orcos. No solo estos, también los trolls, trasgos, wargos y demás bestias y criaturas malignas, que han mejorado muchísimo.

No quiero ahondar más en esta última película para no romper la magia, solo decir que hacía mucho que no disfrutaba del cine como un enano, y nunca mejor dicho.
.....

La trilogía
En general, con sus taras y sus grandes pinchazos, es un gran homenaje al libro. Una trilogía que conjuga una BSO deliciosa (no igual de grandiosa que la anterior trilogía, pero sí muy digna) con unas secuencias de acción muy buenas, efectos sonoros y especiales increíbles y unas postales de ensueño, paisajes salidos del exquisito arte de los dos célebres dibujantes oficiales de Tolkien que, sin ellos, toda esta magia no hubiese sido posible.
(Mensaje para frikis como yo: con las versiones extendidas mejoran bastante.)

Si tuviese que valorarlas por separado sería así:
-Un viaje inesperado: 8
-La desolación de Smaug: 7
-La batalla de los cinco ejércitos: 9


Trailer de la trilogía




Mis personajes favoritos:
-A este par le tengo un cariño especial.


Gandalf el Gris es lo más Tolkien de todo este mundo.
Al margen de la sabiduría propia de perro viejo, su personaje es la esperanza personificada, el coraje en las horas más oscuras.


Radagast el Pardo, ermitaño y poco sociable, con las personas al menos, prefiriendo la compañía de los animales (ellos no decepcionan), amante y fiel defensor de la naturaleza, llevando una vida ajena a las grandes urbes y los asuntos de los hombres. Dios, cómo me identifico con este personaje...



-Los enanos. Cada uno de ellos me parece especial.
Ellos son mi raza favorita en la fantasía épica. Cuando Jackson hizo ese retrato patético y caricaturesco de Gimli, el único representante enano de la Compañía, convirtiéndolo en un mero secundario cómico, un bufón, me dolió, un personaje que en los libros hasta por dos veces le salva la vida al propio Aragorn.
El director sabía que tenía una deuda con los enanos, y para esta trilogía ha reflejado muy bien la verdadera naturaleza de estos. Para empezar, el elenco de enanos que forman los 13 pertenecen a 3 de los 7 grandes reinos enanos (hay algunos que son de Erebor, también llamado la Montaña Solitaria, otros de Moria, y el resto no recuerdo ya... ¿las Colinas de Hierro puede ser?), es decir, nos encontramos con una representación de lo más variopinta de la raza más dura y resistente de la Tierra Media, y más longeva si se me permite, ya que los elfos directamente son inmortales.



Y aun retratándola con justicia, la verdadera naturaleza enana no es expuesta del todo hasta que un personaje sorpresa es llamado a filas para la gran batalla de los cinco ejércitos; no diré más, tan solo que de toda la trilogía, es el personaje enano que se ha convertido en mi favorito. En él se ejemplifica a la perfección como son: orgullosos y regidos por un código de honor para con la raza, locos y algo kamikazes cuando se presenta la oportunidad de una batalla, lejos quizá de esa naturaleza élfica, fría y calculadora, que solo está dispuesta a derramar un poco de sangre cuando sucios intereses andan en juego (ya sean joyas o lo que sea).



-Beorn. La bestia, el último de un linaje de "cambiapieles" (en el universo real de Tolkien, los que vienen a ser los "beornidas"). Ese leñador gigantón poco amigable que, en un momento de extrema necesidad, te gustaría tener a tu lado; claro que una vez despertado al monstruo, ya no distingue de buenos ni malos, destrozando todo a su alcance.
De él se cuenta que intervino en las horas más bajas de la Batalla de los cinco ejércitos, ayudando a igualar la balanza entre ambas fuerzas. (En la película su aparición es anecdótica, apenas un suspiro, pero repito: esperen a la versión extendida, este personaje promete mucho).



-Y cómo no, lo reservaba para el final, Azog el Profanador, el gigante orco pálido de Gundabad, uno de los villanos más fieros y perversos que he conocido. Siempre digo que en toda historia, si el villano funciona, y tiene peso, el 50% del trabajo está hecho.


.....

Y hasta aquí mi crítica. ¿Volveremos a reencontrarnos alguna vez más con la Tierra Media? Bueno, conservemos la esperanza. Si de mi dependiese me encantaría que adaptaran Los hijos de Húrin. Ahí queda dicho.
Para los que pacientes llegasteis hasta aquí, un obsequio:


Esta hermosa canción de los créditos finales, cantada por otro hobbit muy querido




miércoles, 7 de enero de 2015

Reto 12 meses, 12 libros

Bueno, poco creo que haya que explicar con solo leer el título.
Por nuestra parte nos apuntamos a este reto que, en principio, aparentemente, parece sencillo. Se trata de rescatar esos títulos con cierto tiempo que tenemos olvidados en la estantería, uno por mes del año. En palabras de Carmina, administradora del blog De tinta en vena y creadora de esta iniciativa:
Es aquel que lleva en la estantería un año o más, no sirven las últimas obras en llegar y que solo esten en nuestra estantería unos meses, porque de lo que se trata es de dar salida a esos libros que compramos, nos regalaron, intercambiamos... y que al final se han quedado en un rincón, y a los que dicho de paso les seguimos teniendo unas ganas tremendas pero no encontramos el hueco para leerlos.


Podéis participar pinchando aquí.


Lista de reseñas:
Enero:
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...