Título: La extraordinaria familia Telemacus
Autor: Daryl Gregory
Páginas: 542
Año de edición: 2018
Género: Narrativa
Opinión personal
Es justo que la última entrada del blog de este año esté dedicada al libro que quizá más me sorprendió este 2023. Descubrí esta novela a través de una reseña de Norah Bennett (del blog En el rincón de una cantina). ¡Y qué descubrimiento!
Esta historia nos habla de las peripecias y desventuras de una familia con poderes paranormales.
Está Teddy, el patriarca, un tipo galante y encantador con las mujeres, timador y tramposo, siempre con trucos y cartas ocultas bajo la manga. No tiene poderes auténticos como el resto de su familia, pero su magnetismo consigue enamorar a Maureen.
Maureen, la matriarca, es el miembro más poderoso de esta casa, la más pura, un diamante en bruto, puede adivinar cosas que están pasando en cualquier parte, incluso en la otra punta del planeta.
De la unión de estos dos personajes tan dispares nace Irene, Frankie y Buddy.
Irene es una especie de detector de mentiras humano; como ella dice, más que un don, una maldición. Es la gran sufridora de esta historia, pues al ser la hija mayor casi siempre se la carga con demasiada responsabilidad, haciendo muchas veces casi de madre con sus hermanos pequeños (sentí mucha empatía por ella).
Frankie, el mediano, mueve objetos con la mente. Es el más inquieto y nervioso, y no hace más que meterse en líos. Sus intentos por levantar cabeza y arreglar las cosas solo hacen empeorar aún más la situación. (A pesar de sus errores, tiene buen corazón, y desde el principio me provocó mucha simpatía).
Buddy, el pequeño, puede predecir el futuro. Es el más sensible y misterioso. Y después de su madre, el miembro con mayor poder.
Cada capítulo del libro se centra en un personaje, alternando el punto de vista de unos y otros. Y qué gran acierto, porque no pueden ser más diferentes en su manera particular de ver las cosas. No solo eso, la historia va saltando de delante a atrás en el tiempo: de los años 70 a los 90.
En los 70 el matrimonio es joven y los hijos son niños. Son famosos, pues salen en shows televisivos haciendo espectáculos paranormales. Digamos que es la época dorada de la familia.
En los 90 (el presente en esta historia), Mauren ha muerto. Teddy es un viejo septuagenario, igual de coqueto que antaño, pero cansado. Cansado de lidiar con los problemas de sus hijos.
Irene es madre soltera de un chaval muy maduro para su edad: Matty. Un adolescente que, de casualidad, al excitarse pensando en chicas, descubre que puede salirse de su cuerpo (su proyección astral). Se ha criado con las historias prodigiosas de su familia (la mayoría contadas por su tío Frankie), cuando eran famosos, antes de caer en desgracia.
"Y sí, era cierto, Matty era excepcionalmente nostálgico para ser un niño, pero lo que anhelaba era un tiempo anterior a su nacimiento. Lo atormentaba la sensación de que se había perdido todo lo bueno. El circo había hecho las maletas y se había ido de la ciudad, de modo que, al llegar, él no había encontrado más que un campo de hierba pisoteada. Pero en otras ocasiones, en especial cuando su madre se sentía bien, le embargaba una súbita confianza, como el príncipe de una familia destronada seguro de poder recuperar el trono. Y entonces pensaba: <<En su día fuimos increíbles>>."
Frankie se casó (aunque a veces su matrimonio se tambalea peligrosamente) y tiene dos hijas. Unas crías gemelas que, aunque apenas saben hablar todavía, ya prenden fuego a las cosas cuando se alteran mucho. Un poder casi involuntario que trae de cabeza a sus padres.
Buddy, por su parte, se ha vuelto un tipo silencioso que no habla, no se comunica, y que planea algo. Desde que murió su madre, a la que estaba muy unido, es un verdadero enigma. Como predice el futuro, los demás sospechan que intenta adelantarse a algo preocupante que está por venir, y toleran sus extraños comportamientos con mucha paciencia y temple.
Intrigados, ¿verdad? ¿Y si os digo que apenas os he contado nada? Para mayor expectación, a esta ecuación explosiva hay que añadir a la mafia y a la CIA, que de un modo u otro, para desgracia de los Telemacus, empiezan a estar muy ligadas a ellos. Creedme si os digo que el tema de los poderes paranormales, aunque obviamente es lo más exótico, pasa a un segundo plano, pues la trama se va enredando más y más con los turbios vínculos que van surgiendo alrededor de esta peculiar familia. Familia que vivió sus mejores años hace mucho y cuyo futuro es cada vez más incierto.
Ya en las primeras páginas se nos cuenta que Maureen falleció, pero la iremos conociendo poco a poco, a través de los recuerdos de su marido e hijos. Un personaje muy luminoso que, incluso desde el pasado, ya muerta, nos traerá alguna que otra sorpresa.
Sobre el final... Confieso que no me sorprendió en exceso, me pareció correcto, sin demasiados sobresaltos. Pero no me importó, porque es una de esas historias que recordaré siempre.
Recuerdo que cuando quise hacerme con el libro estaba descatalogado. Cuando me enteré de que lo habían vuelto a editar, no me lo pensé dos veces y me hice con él. Y no puedo estar más contento, porque lo tiene todo: humor, intriga, ciencia ficción, fantasía urbana, amores complicados, momentos de tensión y momentos entrañables... Es una historia de personajes auténticos. Personajes reales, con sus problemas y sus contradicciones (más allá de sus poderes), a los que se les coge mucho cariño. En mi caso, conforme iba acercándome al final, no quería despedirme de todos ellos.
De mis mejores lecturas del año, si no la que más.