Género: Histórica y aventuras
Sinopsis
Un grupo de arqueólogos, dirigidos por el prestigioso profesor Leyton Hicks, descubren por casualidad una cámara oculta en unas excavaciones realizadas en la ciudad de Estambul. Dicha cámara lleva sepultada 1600 años, y dentro esconde lo que Hicks considera un tesoro sin precedentes: restos de tablillas, mapas en piel de oveja, papiros medio rotos, y rollos de pergamino escritos tanto en griego antiguo, como signos egipcios y otro idioma que Hicks no reconoce. La cámara podría pertenecer al encargado de la biblioteca de Bizancio (más tarde Constantinopla), un judío alejandrino llamado Ben Yosser, que podría haber trasladado y ocultado parte de documentos de la biblioteca de Alejandría antes de su total destrucción.
Hicks consigue reunir en torno a él un grupo compuesto por algunos de los mejores especialistas del momento para que le ayuden a descifrar aquel misterio. Pronto descubren que las legendarias obras de Platón, Timeo y Critias, sobre la Atlántida podrían tener más de verdad que de mito. El revuelo del inicio hace que otros con poderosos intereses también deseen averiguar lo descubierto por el grupo de Hicks, lo que pone a estos en serio peligro.
Alex Ventura es uno de esos especialistas que trabaja para Hicks, y para un tranquilo profesor de universidad su vida dará un vuelco total, y lo acercará casi a cumplir un sueño que tenía desde niño; probar la existencia de la Atlántida.
Es una aventura que nos llevará a lugares lejanos, nos acercará a un pasado muy remoto, y sacará lo mejor y lo peor que llevamos dentro.
Conocí al autor en persona, pues coincidimos en la caseta de una feria del libro. Hace ya algunos meses desde aquella mañana, en la que aparte de intercambiarnos los libros, estuvimos charlando largo y tendido. De entrada conectamos rápido, me pareció un tipo sencillo, cercano y apasionado por lo que hacía.
Una instantánea del momento, si no recuerdo mal, antes del verano...
(A la izquierda, Jan Alan, el autor del libro que aquí os traigo; en el centro Athan Ato, autor de "Los cuatro reyes: Joyas y sombras", con mi libro en las manos; y yo mismo, a la derecha, con el libro de Ato).
Opinión personal
Como habréis podido ver en la sinopsis, es el tipo de libro ideal para los amantes de las tramas de investigación, de misterios perdidos en la historia, de civilizaciones remotas enterradas por los siglos... De entrada reconoceré que no es mi género idóneo, más bien todo lo contrario, autores tipo Javier Sierra o Dan Brown no me suelen llamar nada. Es por eso por lo que cuando me tocó afrontar su lectura lo hice con cierta inquietud.
Vencidos mis prejuicios, intenté dejarme llevar por la historia.
Un grupo de especialistas (arqueólogos, geólogos, historiadores, expertos en lenguas muertas...), cada uno de una nacionalidad, se embarca en una investigación que lo llevará a los últimos vestigios del amanecer de nuestros días y, a través de lo que parecen ser ciudades sumergidas y enterradas de la mítica Atlántida, el legado más antiguo de nuestro origen.
Al principio me hice un poco lío con tantos personajes, pero luego más o menos fui tomándoles la medida a unos y a otros. Lo que más me llamó la atención de ellos fue la vitalidad, e incluso en ocasiones la temeridad, a la hora de perseguir ese sueño por el que todo científico se ha pasado media vida anhelando, unas ganas por desenterrar la verdad tras la historia prefabricada con la que hemos crecido y que, socialmente, ni cuestionamos.
A lo largo de la historia sus personajes van viajando de un país a otro en busca de indicios que los hacen arriesgar su posición, pues el descubrimiento podría poner en peligro la creencia popular establecida (como por ejemplo lo que hasta ahora se ha creído del Antiguo Testamento) e intereses importantes están en juego; el propio Vaticano, cúpulas judías en países árabes, corporaciones secretas gubernamentales, la organización Los Iluminati, o Hijos de la Luz, como ahora se llaman, además de otras sectas, andarán pendientes de los pasos de nuestro equipo de arqueólogos para ver quien puede llevarse el mejor trozo del pastel (el reconocimiento y la gloria en el caso de algunos, o el que jamás salgan a la luz ciertas verdades en el caso de otros). En este sentido tengo la impresión de que es el libro con el que más he viajado, pues creo que llega a tocar todos los continentes.
El lector no solo viaja en el espacio, también en el tiempo, pues a lo largo de la historia irán apareciendo manuscritos arcanos, de la época atlante, y más atrás incluso, que los propios personajes van traduciendo poco a poco, a veces interpretándolos como pueden debido a lo poco legibles que están en algunas partes y el precario estado en el que se encuentran dichos textos.
Por poner un punto negativo, he echado en falta algo de acción, por lo que en algunos tramos se me ha hecho un poco cuesta arriba. No obstante, la última parte, el momento de la resolución, de repente se vuelve de un ritmo trepidante y los momentos anteriores más densos son compensados por la intriga que suscita, el misterio que encierra y la propia suerte que correrán los protagonistas.
Si tengo que destacar algo es lo bien documentado que está el libro, se intuye la cantidad de horas, días y meses en los que el autor ha tenido que recabar información científica e histórica.
El estilo de narración también me ha gustado, es sencillo, asequible y fluido, lo que, pese a la extensión de páginas, facilita su lectura.
Aun no siendo mi género, al final me ha resultado interesante y, cuanto menos, curioso.
Lo recomiendo sobre todo a aquellos más estudiosos que disfrutéis de este tipo de libros, investigación, historia, misterios arcanos...