Director: Michel Hazanavicius
País: Francia
País: Francia
Año: 2011
Género: Comedia, drama, romance
Opinión personal
Hacía tiempo que quería traer a este nuestro rincón una de mis películas favoritas.
La trama nos sitúa en Hollywood a finales de los años 20, los días del glamour y el cine mudo. En este marco se nos presenta a George Valentin, una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe.
La trama nos sitúa en Hollywood a finales de los años 20, los días del glamour y el cine mudo. En este marco se nos presenta a George Valentin, una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe.
Con el inicio de los años 30 y tras el batacazo de la Gran Depresión, la situación para muchos cambia de una semana para otra. Además el cine sonoro empieza a expandirse como una nueva moda, amenazando con sepultar en el olvido la carrera de actores como la de nuestro protagonista.
En la otra cara de la moneda, la historia nos presenta también a la joven actriz Peppy Miller, que empieza a abrirse camino con papeles como extra en películas de Valentin y, aprovechando el auge del cine sonoro, consigue adaptarse a los nuevos tiempos convirtiéndose en la cara famosa del momento.
Debo decir que cuando fui a verla no sabía qué pensar. ¿Una película muda?, me dije. ¿Aguantaré? Bien, no imaginaba lo que me iba a hacer sentir. Es la película más luminosa y radiante que he visto en muchos años. Cada fotograma es una obra de arte, un homenaje a ese cine de época; no solo la fotografía irradia luz propia, también la Banda Sonora, envolvente y dulce, que te transporta con pasmosa facilidad a ese amanecer del celuloide.
Viendo esta película se nota el minucioso trabajo que hay detrás, donde nada escapa al azar y parece que todo en ella fluya con naturalidad.
Si ensamblamos la ambientación perfecta (no solo por los decorados y el ambiente de época, sino por la soberbia caracterización de sus personajes) con el sentimiento más profundo de algunos momentos de la película (escenas álgidas donde solo con las expresiones y gestos de los protagonistas se nos consigue transmitir todo tipo de emociones), el resultado es "The Artist", obra maestra a la que, ya en su momento antes siquiera de empezar a ser conocida, pronostiqué toda la suerte del mundo. Luego vinieron sus 5 estatuillas doradas (Mejor película, director, actor, BSO, vestuario) proclamándose la gran triunfadora de aquel año.
Pero todo esto no sería posible a mi entender sin ese perrito que a muchos nos robó el corazón, ese tercer personaje sobre el que se sustenta la historia que, sin palabras, transmite tantas cosas... El compañero fiel e inseparable que acompaña a Valentin durante toda la historia (y para mí el alma de la película), que hace apenas unos meses un tumor acababa cobrándose su vida, según me enteré por los medios.
Tenemos al galán de época, a la chica guapa, al perro leal (en la última escena solo le hace falta hablar), a personajes secundarios magníficamente correctos (como el chófer o el director de cine), una historia sencilla pero efectiva que ahonda en nuestros corazones y nos hace suspirar una vez la última escena se funde con el negro de los créditos finales, una apuesta arriesgada en los tiempos que corren que reivindica con honestidad los orígenes del cine clásico.
La recomiendo a todo el mundo, pero sobre todo a los amantes del cine. Una película sentimental e inolvidable que supone una bocanada de aire fresco en el saturado y artificioso cine moderno de ahora, una caricia en blanco y negro a nuestros sentidos que hará que sonriamos y nos entren ganas de bailar claqué.