Vuelta al terror más brillante de los últimos tiempos, James Wan en estado puro. Tres años después de la exitosa Expediente Warren: The Conjuring, nos llega esta secuela, basada en otro caso real del matrimonio Warren. En una casa al norte de Londres, una madre soltera y sus cuatro hijos tienen que soportar el acoso de espíritus malignos.
Los supuestos fenómenos paranormales son tan escandalosos, que rápidamente trascienden a los medios y la Iglesia, en secreto, encomienda el caso a Ed y Lorraine Warren, renombrados demonólogos, para que investiguen a fondo si se trata de un fraude o de algo auténtico.
Al parecer, el espíritu de un anciano que murió allí (en el mismo sillón del salón) sigue pensando que esa es su casa y por ello les hace la vida imposible a esta familia. Pero no todo es lo que parece, como suele pasar en este tipo de películas, algo más oscuro y tenebroso se oculta tras las sombras.
Me quito el sombrero con este director, que domina como nadie esos ángulos y perspectivas que te ponen los vellos de punta, esos silencios tan intensos que te aceleran el corazón, las sonidos estremecedores, la ambientación tan macabra de esa casa de finales de los 70, las impecables interpretaciones del elenco de actores tanto niños como adultos... Que te metan el miedo en el cuerpo en estos tiempos que corren ya es un mérito, pero que consigan asustarte en escenas rodadas a plena luz del día, ya es de maestro en el género.
Si ya la primera de Expediente Warren había puesto el listón muy alto, esta nueva, por difícil de creer que suene, la supera. Más redonda, más acojonante. Si os gustan las pelis de terror (pero terror creíble, del bueno), tenéis que verla. El talento de este director hace que la peli se convierta en clásico popular ya desde sus primeras semanas. Hasta las letras de los créditos merecen la pena, donde se comparan escenas de la película con fotografías reales de la época sacadas del expediente. Por cierto, por si alguien está buscando nuevo domicilio, un cambio de aires en su tranquila vida, no hace mucho han puesto esta famosa casa en venta. ¿Algún interesado o interesada?
¿Qué tal lleváis esta calor que estamos soportando? Aquí en el sur, durante el día, se hace algo insufrible. Allá donde vayas, si no hay aire acondicionado te fríes literalmente. La peli que hoy os traigo transcurre en una zona muy calurosa también, Pawhuska, Oklahoma.
Beverly, el patriarca, está desesperado porque la convivencia con su mujer, Violet, es cada vez más insoportable. Ella es una adicta a los tranquilizantes a la que le han diagnosticado cáncer de boca. Dicha enfermedad la desquicia aún más y son numerosos los insultos y desprecios que le dedica a Beverly continuamente. Tal es la situación, que llegados a un punto desaparece, en extrañas circunstancias, el padre de los Wetson, lo que reúne a toda la familia en la mansión donde viven.
Un día la matriarca llama a sus tres hijas porque su padre ha desaparecido. Una de las tres es la que se quedó a vivir cerca de su madre y la que a consecuencia de ello ha adquirido la responsabilidad de cuidarla y velar por ella. La segunda hija, interpretada por Julia Roberts, se mudó lejos cuando se casó y tiene una hija de 14 años. Es sin duda la que más hace frente a su madre y la que más carácter tiene. La tercera es la más alejada de la familia. Es una chica enamoradiza y frívola. Es la última en hacer acto de presencia y lo hace de la mano de su último prometido, un hombre algo mayor que ella.
La película está inspirada en una obra de teatro y se nota. El papel de Meryl Streep, una de mis actrices favoritas, es sublime, partiendo de la base que esta mujer papel que coge, papel que borda. Pero Violet es una mujer con mucho carácter y con ella Meryl nos regala momentos únicos, llenos de pasión.
Otro papel importante que también me ha encantado ha sido el de una de las hijas, interpretado por Julia Roberts. No es una de las actrices que más me gusta, pero tiene un gran mérito salir en la gran pantalla junto a una de las grandes y aguantar el tipo como ella lo hace. Echan un pulso ambas y Julia sale bastante airosa a mi parecer. Estoy acostumbrada a verla como la guapa protagonista y aquí interpreta a una mujer sencilla que está en trámites de divorcio y la relación con su hija no es precisamente buena.
De manera general, todos los personajes lo bordan. Son todos esenciales, cada uno en su medida. Conforme van llegando a la mansión, las miserias y los trapos sucios irán saliendo a la luz. Si me tuviera que quedar con una escena elegiría una en la que están todos a la mesa. Cada palabra y fotograma es una obra de arte. Sin lugar a dudas recomiendo que veáis este peliculón.
Así es, hoy 10 de julio (día en el que también llegué al mundo) abríamos este rincón nuestro, fruto de la necesidad, supongo que como muchos de vosotros, de compartir nuestras lecturas e inquietudes con gente afín (curiosa, apasionada, con ganas de descubrir nuevos mundos...), al no encontrar personas parecidas en nuestro entorno más cercano.
En estos dos años (cómo pasa el tiempo, si parece que fue ayer), hemos ido conociéndoos un poco. Si hay algo que me guste de nuestro blog son dos cosas: una es que solemos tocar casi todos los palos, y digo "casi" porque todavía algunos géneros se nos resisten, aunque en términos generales somos muy plurales.
La otra es que nuestro rincón continúa siendo sencillo, sin adornos ni florituras, pero con corazón, donde cada uno de vosotros, los que os pasáis fieles a comentar o simplemente os asomáis por curiosidad, sois ya como de la casa. Me gusta saber quien es quien, los gustos que más o menos tenéis cada uno, vuestra personalidad... Después de dos años creo que un poquito os conozco, y viceversa. En otras palabras, jamás creí que fuera a hacer amigos por aquí (en Fantasía, Narnia, el limbo virtual de los insatisfechos, los soñadores), y dos años después aquí nos encontramos, celebrando este simbólico aniversario con vosotros, nuestros amigos en la lejanía.
De parte de Moniki y yo, GRACIAS por estar ahí, por llenar de vida esta cabaña o refugio en mitad del bosque bloguero cada vez que hacéis un alto en el camino y nos alegráis con vuestra presencia.
Y para que no os vayáis de vacíos, os dejo esta cancioncita que no sé la de veces que habré escuchado ya, jajaja. Un abrazo familia ;)
Este lo leí el mes pasado. Podríamos catalogarlo como un libro para todas las edades. Por hacer una comparación, muy parecido al de El niño con el pijama de rayas; es decir, el retrato de una historia de cortes dramáticos narrado en un tono infantil, o más que infantil, limpio y a la vez sutil, lleno de mensajes para quien los quiera coger. Y a diferencia de esta, con cierta dosis de fantasía entre tanta realidad gris y deprimente. A nivel de impresiones, y siguiendo con El niño con el pijama de rayas como ejemplo, no entiendo como algo así puede llegar a bestseller (comprendo que esto es un negocio, pero siendo objetivo no es ninguna obra maestra). Me explico, al igual que el otro libro citado, me alegro de haberlo leído, porque realmente me ha gustado, que no encantado. Ambos libros parten de una idea sencilla, fresca y potente, pero no considero que como para que sus historias, en su conjunto, vendan millones de ejemplares. Opinión de lector sincero. Tras leer en cantidad de sitios "Una maravilla", "Amo este libro" y cosas por el estilo... Con la mano en el corazón: se deja leer, es una lectura ligerita, tierna y emotiva, pero ya está. No esperéis encontrar aquí una historia de esas que te agarran y te tiene días con el corazón en vilo, como yo esperaba. Sin extenderme, porque es mejor no desvelar mucho, es la historia de un niño de 13 años al que la vida no se lo pone fácil en absoluto. Obligado a madurar antes de tiempo, teniendo que llevar solo una casa adelante porque su madre está enferma, soportando las constantes bromas pesadas de algunos compañeros en el colegio y tratando de afrontar la todavía no superada separación de sus padres... en mitad de tanta desesperación un monstruo va a su encuentro una noche. De alguna forma que ni sabe, él mismo lo ha convocado. Los encuentros irán repitiéndose a lo largo del libro, y la extraña relación fraguándose, el niño mostrándose arisco al principio, escéptico, y el monstruo paciente, dosificando sus respuestas muy poco a poco.
Si pensáis haceros con el libro, os aconsejo la versión ilustrada, merece la pena ya que duplica o triplica la experiencia lectora. "Las historias son criaturas salvajes... Cuando las sueltas, ¿quién sabe los desastres que pueden causar?" Lo mejor: -La sencillez con la que está escrito y las reflexiones que plantea. -Las ilustraciones siniestras y amenazadoras, que lo convierten en una edición de lujo, haciendo que cada vuelta de página sea algo delicioso. -Ese planteamiento de niño que las pasa putas y acaba refugiándose en la fantasía, como ya le ocurrió a Bastian en La historia interminable, con el que, como personaje, como es lógico, empatizas rápido si tu sensibilidad por las pequeñas cosas o tus aficiones, diferentes a las de tu entorno más cercano, te han hecho en algún momento alguien solitario. -Que vayan a estrenar la película en octubre por uno de los mejores directores españoles, contando con la maravillosa oportunidad de poder compararla. Lo peor: -No que su final sea predecible, sino que te lo vayan insinuando, recordando una y otra vez a lo largo de todo el recorrido, que es algo que en las historias se me hace un pelín repetitivo. -Aunque en general me ha dejado muy buena sensación, me ha sabido a poco.
¿Lo recomiendo? Totalmente. A pesar de no ser una de esas historias que te remueven por dentro, merece la pena. No sé por qué me da que este será uno de esos contados casos donde la película supere al libro, como ya le ocurriera a Donde viven los monstruos (sacada de un librito infantil a partir de una idea muy fresca, pero llevada a la pantalla con más profundidad), o quién sabe, tal vez me equivoque. En cualquier caso, una lectura ideal para cualquiera con ganas de desconectar unos días de su realidad. Para degustar a sorbos (los capítulos son cortitos) o de un tirón.