miércoles, 14 de enero de 2015

El hobbit (la trilogía)


Título: El hobbit
Director: Peter Jackson
País: Estados Unidos
Año: 2012-2014
Género: Fantástico, Aventuras


Casi una década llevamos los fans pidiendo a gritos la adaptación de esta mágica obra del maestro de la fantasía. Adaptación no exenta de polémica, no solo en su producción (los constantes problemas legales y dificultades con las que el equipo ha tenido que lidiar), sino también una vez llevada al cine. Repartida en tres películas, este año pasado se ha estrenado su última parte.
Desde el cariño, pero sin faltar a la verdad o dejar de ser objetivo, este será un análisis exhaustivo de toda la trilogía, un viaje por el recuerdo y las sensaciones, por lo que si son amantes del universo Tolkien, pónganse cómodos.
No obstante, antes de ir al meollo, vayamos por partes...

La supuesta polémica
-Para empezar, a muchos no les gustó desde un principio que se fueran a hacer tres películas de un libro menos extenso que cualquiera de El señor de los anillos. ¿Creen que es estirar mucho el chicle? Bueno, ¿y qué? Yo encantado. Más allá de los evidentes intereses lucrativos de las productoras, para mí, como fan incondicional, cuando me enteré di saltos de alegría. ¿Tres en vez de una? Pues mejor, me dije, así recrearán más al detalle la historia o incluso (tal como han hecho) la amplíen con invenciones propias que la enriquezcan. Como si deciden hacer una maldita serie. En mi caso, cualquier excusa es buena para volver a la Tierra Media, donde hasta la fecha la fantasía más ha vibrado en mí. De hecho, al salir de ver esta tercera sentí nostalgia al comprender que sería la última vez que mis sentidos se reencontraran con este mundo tan especial y atemporal. (Espero que no, y que en un futuro no muy lejano el resto de obras, no nos olvidemos, cuyos derechos de autor pertenecen ya a los hijos de Tolkien, puedan llegar a ver la luz en el cine gracias a fructíferas negociaciones).

-Otra parte de la polémica viene salpicada por las películas en sí, cuya adaptación de la obra original, si bien es cierto que son fieles en gran medida, se toman también ciertas licencias para inventarse cosas o cambiarlas. Aquí estoy de acuerdo, y es más que comprensible, aunque solo en un 50%, no como para llegar al extremo de desmerecer la totalidad de las películas.
Aunque este punto ya lo desarrollaré más adelante, con ejemplos; entremos ya sin más dilación en materia... (¿Spoilers? Tal vez, aunque no importantes).

Un viaje inesperado
Como todos los comienzos tiene ese toque especial a cuento, La Comarca, el lugar más idílico del mundo imaginario (no se me ocurre otro lugar mejor adonde me apeteciera estar). La carga nostálgica es grande porque sabemos que será la última vez que la pisemos. Ya en los primeros compases se nos tiende ese puente temporal entre el Bilbo anciano y el joven, el cual, y nunca creí que diría esto (pues por el antiguo actor siento adoración), no lo hace nada mal. Una forma exquisita de unir una trilogía y otra ya que, como ya todos sabréis, son 60 años los que transcurren entre la aventura de Bilbo y la epopeya del anillo de su sobrino Frodo.


Fiel al libro, el personaje cobra vida en este rincón costumbrista, rápidamente, en apenas cuatro trazos argumentales, reconoceremos ese ser amante de la tranquilidad, de las rutinas, de su hogar, que con un pequeño empujoncito vivirá la aventura de su vida, de lo que al fin y al cabo trata esta historia. Fantaseando, cuando alguna vez me han preguntado por cual sería mi rol en ese mundo, siempre he dicho que de todos sería Bilbo, con el que más me identifico (ratón de biblioteca, soñador pero con bastante tendencia a la vida sencilla), ni héroes ni guerreros por quienes se cantan gestas, solo un humilde hobbit. En el fondo creo que todos somos un poco Bilbo, de ahí lo rápido que empatizamos con él.

Con la llegada de los enanos la cosa empieza a desmadrarse para nuestro protagonista.
He de confesar que la escena de la reunión en Bolsón Cerrado (la cena, las canciones, borracheras y posteriores decisiones que se toman) no es tal y como me la imaginé cuando la leí en su día, pero igualmente es soberbia, fiel al libro. Me hizo mucha gracia la intrusión, el asalto a la despensa ante la impotencia e incredulidad de Bilbo. La película se recrea en dicho momento dedicándole abundante metraje, cosa que agradecí al ser uno de mis pasajes favoritos, una despedida a La Comarca que resulta enternecedora y de lo más simpática.


Con los personajes enanos Peter Jackson se luce a base de bien. Con apenas unos pocos detalles, dota a cada uno de los 13, que ya es mucho decir, de personalidad, para que ya en la primera película los reconozcamos por algún rasgo o peculiaridad. Lo tenía difícil, ¿no creen? Pues de hecho incluso en el libro, reconozcámoslo, salvo Escudo de Roble, su líder, los dos más jovenzuelos y el gordo, el resto de nombres desfilaban ante nuestra imaginación como meros desconocidos.
Gran acierto aquí, medalla de oro para el director, que ya sabía que si los enanos no funcionaban nada en la película funcionaría.
Y haciendo un paréntesis en ellos, de los 13, el que más conseguido está para mí (ojo, no el que más me gusta, pues por separado me gustan todos), digamos el que más se ajusta con ese "enano atemporal de la fantasía épica" que yo tengo en la imaginación, es Balin (el más veterano, el de la barba blanca), estéticamente al menos.


Tal como venía siendo habitual en El señor de los anillos, también se nos introduce una especie de prólogo para ponernos en antecedentes en ese marco histórico y descubrirnos nuevos personajes que, como en el pasado, también cobrarán vital importancia en el futuro.
Debo reconocer que con el rey elfo me han ganado, un personaje de lo más interesante, frío y orgulloso que a más de uno no le importaría bucear en su pasado para descubrir más sobre su persona.


También en este flashback conoceremos a Azog, el Profanador (no me negarán que ya solo el nombre no acojona), un personaje que aunque no sale en el libro, igualmente podría haber estado. Al leer sobre la gran batalla del final, imaginamos que estarían capitaneadas por mandos orcos, ¿no? Bueno, aquí Jackson hace gala otra vez de su buen hacer a la hora de contar una historia, intuyendo que con un malo malísimo nuestra odio y emoción serán más fáciles de canalizar en una sola dirección. Y qué bien lo ha hecho, solo por este personaje ya merece la pena la película. Desde entonces uno de mis villanos favoritos.


No quiero extenderme más aquí, tan solo apuntar un detalle en esta espectacular retrospectiva: la estética de algunos enanos durante dicha batalla, las cabezas afeitadas, llenos de tatuajes, con las rojizas crestas y barbas teñidas al más puro estilo "enano matador", un claro guiño a los fans de Warhammer.

Con la escena de los trolls, muy famosa en el libro, tenía mis miedos viendo lo visto en El señor de los anillos, que, meros esclavos autómatas, carecían de personalidad, pero también aquí Jackson pasa la prueba con matrícula de honor.


Luego llegamos a momentos anecdóticos en la película que no se encuentran en el libro, o eso creo, si la memoria no me falla, pero que, digan lo que digan, a mí me parecen sublimes, fieles al espíritu tolkieniano.
Uno es ese concilio donde los grandes entre grandes, la parte más blanca de la Tierra Media, por llamarla de algún modo, contrasta información y opiniones.


Otro es Radagast, el Pardo. Todo en este personaje me entusiasma. Un regalo que el director ha tenido a bien de ofrecernos pues en la ambiciosa obra de Tolkien, en conjunto, apenas se le menciona y sus apariciones son muy anecdóticas. Junto con Tom Bombadil, una de las figuras más legendarias y misteriosas. La añeja casa de este mago, con el tiempo venida a menos, como el bosque que la rodea, me parece un auténtico rincón de cuento. Mi segundo rincón favorito de la Tierra Media.


Otro momento inventado sería esta lucha entre gigantes, una montaña contra otra con la aventurera compañía de por medio, que sin duda me pareció espectacular, acorde con esa fantasía legendaria más propia de la época de Bilbo que de la de su sobrino.

Si hay una escena cumbre en El Hobbit es el momento "Acertijos en la oscuridad", todos los que alguna vez leímos el libro recordamos ese capítulo, a decir verdad el que más relevancia tiene de cara a El señor de los anillos. Escena fiel donde las haya, que con gran maestría se nos muestra esa última secuencia de un Gollum soberbio, rebosante de esa bipolaridad mezquina e inocente a partes iguales, donde este tándem de actores nos regalan minutos impagables.


¿Todo en la película es maravilloso?, os preguntaréis. Pues no.
La gran pifia en esta primera parte se da en la secuencia bajo la montaña, en la ciudadela subterránea de trasgos. Si es verdad que estos están muy logrados, mejor que los trasgos de montaña que aparecían en la anterior trilogía, su líder, el rey trasgo, es una burda caricatura que no está a la altura me temo de la calidad del resto de la película. Una escena que queda reducida a algo cómico, ridículo y, si hablamos ya de la escapada (esa especie de caída surfera sobre una plataforma hacia las profundidades de la montaña) hasta infantil.
Algo parecido ocurre en otra secuencia de la peli con Radagast intentando dar esquinazo a los wargos en su trineo, no por la estética, muy conseguida y de cuento, sino por los efectos malogrados del ordenador, que en ese momento chirrían un poco con lo acostumbrado hasta el momento.

Pero aun con sus taras, nada ensombrece ese final, un broche de oro con una épica que, aunque la obra original no la buscaba (¡ya lo sé!), a mí me encanta. Emoción en estado puro para ese duelo de voluntades, el momento en el que banda sonora y planos cortos de miradas rezumando odio consiguen erizarte la piel desde tu asiento.



La desolación de Smaug
Resumiendo mucho mucho la segunda película, solo decir que comparándola con la anterior, más equilibrada y armónica, esta se hace más atropellada. La primera mitad es acción continua, no terminan de salir de unos apuros para meterse en otros (aunque pensándolo bien, siguiendo el ritmo del propio libro); la segunda mitad la dividiría a su vez en dos partes:
-Una sería la de Esgaroth, o Ciudad del Lago, que cobra más protagonismo que en el libro, un cambio por parte del director que veo todo un acierto. Esta parte es muy disfrutable y está recreada con muy buen gusto.
-La otra sería Smaug. Es comprensible que le dediquen abundante metraje, no olvidemos que es la causa de las ruinas y miserias del destino de los enanos, el motivo que los mueve. Sin embargo, y aunque como digo está justificado, no deja de resultarme una parte algo pesada que se eterniza bastante.


Momentos curiosos, creo que muy esperados por los fans. Desde mi punto de vista, dos:
-Por un lado tenemos ese encuentro con Beorn, uno de mis personajes favoritos y que tenía curiosidad por ver cómo lo ponían en pie. Me gustó el resultado. Aunque para mi gusto demasiado breve, podían haberse ahorrado tantos minutos de arañas y haber añadido más con este personaje (no obstante, me consta que se amplia en la versión extendida de la película, a la que estoy deseando de hincarle el diente).
También los dominios de Beorn, esta especie de casa-granja, es otro de mis rincones idílicos favoritos, junto con Bolsón Cerrado y la casucha del mago Radagast en el bosque negro. Es muy parecida a cómo me la imaginé en el libro.



¡Corred, insensatos!


-Otro momento creo que muy esperado es el encierro y posterior escapada de la fortaleza élfica. Aquí conoceremos más a este enigmático personaje, Thranduil, rey elfo y padre de Legolas, que tiene tres o cuatro secuencias muy dignas.
Matizando en los elfos, debo reconocer que aunque Legolas y Tauriel (personaje femenino inventado) no aparecen en El Hobbit en ningún momento, encajan muy bien en este universo, fieles a su naturaleza. En el caso de él por cronología bien podría andar por allí; en el de ella, bien podría existir. Acierto como personajes, pero tremenda cagada en otras cosas:
En el caso de él, su combate con Bolgo (el hijo de Azog, este orco enorme) es de un cutre impresionante, unas secuencias de ordenador descarado igual de decepcionantes que el "pinball" que se marca Bombur por el río.


En el caso de ella, la elfa guerrera, aunque como digo su personaje está muy bien, es intolerable la relación sentimental con uno de los enanos. Por aquí, señores míos, sí que no paso. Contradice la naturaleza de ambas razas y va contra la esencia de este mundo imaginario. ¿Qué pretendían, rollo triángulo amoroso tipo Crepúsculo? Por mi parte, la gran cagada de la película.

Del final no les hablaré por respeto a los que no lo hayan visto. Solo diré que lo que muchos han tildado de un mal final, a mí me ha parecido algo idóneo. Otro de los grandes aciertos.


La batalla de los cinco ejércitos
Llegamos a ese momento de la historia donde nuestro hobbit, habiendo dado ya muestras de valor a lo largo de esta aventura, tendrá que reunir el coraje que todo héroe, grande o pequeño, alberga dentro.


Empezamos por donde se nos dejó en la segunda parte, con la Ciudad del Lago al borde de su destrucción. Donde los humanos (tanto su heroísmo como su lado más miserable y ruin) adquieren su momento de más protagonismo, para más tarde pasar el relevo a sus hermanos mayores, esas razas ancestrales en la Tierra Media.
Mejor principio no puede tener.


El bueno de Jackson, entregado a los fans, vuelve a atesorarnos con unos momentos especiales donde los más elevados tendrán también su momento de gloria. Y aunque no sale en el libro, es una de esas perlas que encajan a la perfección dentro de su mitología.


Como curiosidad, diré que todo lo que no me gustaron Legolas y Tauriel en la segunda (no sus personajes, sino cómo se rigen), en esta tercera y última parte están increíbles, con escenas colosales por separado.


¿Pero, de qué va esta película sino de una gran batalla? La primera mitad es la preparación, con sus conflictos de por medio, pero la intranquila espera al fin y al cabo; la segunda mitad, la batalla, épica a más no poder, con efectos especiales inmejorables y la única razón por la que llevo ansioso todo este año pasado.
En una sola palabra: Espectacular.


Medalla de oro para Jackson por los orcos, que superan en todo a los de la anterior trilogía. Estos son más duros y corpulentos, estéticamente más creíbles (ricos en detalles, tullidos, deformes o atrofiados), por no hablar de la gran variedad de tipos de orcos. No solo estos, también los trolls, trasgos, wargos y demás bestias y criaturas malignas, que han mejorado muchísimo.

No quiero ahondar más en esta última película para no romper la magia, solo decir que hacía mucho que no disfrutaba del cine como un enano, y nunca mejor dicho.
.....

La trilogía
En general, con sus taras y sus grandes pinchazos, es un gran homenaje al libro. Una trilogía que conjuga una BSO deliciosa (no igual de grandiosa que la anterior trilogía, pero sí muy digna) con unas secuencias de acción muy buenas, efectos sonoros y especiales increíbles y unas postales de ensueño, paisajes salidos del exquisito arte de los dos célebres dibujantes oficiales de Tolkien que, sin ellos, toda esta magia no hubiese sido posible.
(Mensaje para frikis como yo: con las versiones extendidas mejoran bastante.)

Si tuviese que valorarlas por separado sería así:
-Un viaje inesperado: 8
-La desolación de Smaug: 7
-La batalla de los cinco ejércitos: 9


Trailer de la trilogía




Mis personajes favoritos:
-A este par le tengo un cariño especial.


Gandalf el Gris es lo más Tolkien de todo este mundo.
Al margen de la sabiduría propia de perro viejo, su personaje es la esperanza personificada, el coraje en las horas más oscuras.


Radagast el Pardo, ermitaño y poco sociable, con las personas al menos, prefiriendo la compañía de los animales (ellos no decepcionan), amante y fiel defensor de la naturaleza, llevando una vida ajena a las grandes urbes y los asuntos de los hombres. Dios, cómo me identifico con este personaje...



-Los enanos. Cada uno de ellos me parece especial.
Ellos son mi raza favorita en la fantasía épica. Cuando Jackson hizo ese retrato patético y caricaturesco de Gimli, el único representante enano de la Compañía, convirtiéndolo en un mero secundario cómico, un bufón, me dolió, un personaje que en los libros hasta por dos veces le salva la vida al propio Aragorn.
El director sabía que tenía una deuda con los enanos, y para esta trilogía ha reflejado muy bien la verdadera naturaleza de estos. Para empezar, el elenco de enanos que forman los 13 pertenecen a 3 de los 7 grandes reinos enanos (hay algunos que son de Erebor, también llamado la Montaña Solitaria, otros de Moria, y el resto no recuerdo ya... ¿las Colinas de Hierro puede ser?), es decir, nos encontramos con una representación de lo más variopinta de la raza más dura y resistente de la Tierra Media, y más longeva si se me permite, ya que los elfos directamente son inmortales.



Y aun retratándola con justicia, la verdadera naturaleza enana no es expuesta del todo hasta que un personaje sorpresa es llamado a filas para la gran batalla de los cinco ejércitos; no diré más, tan solo que de toda la trilogía, es el personaje enano que se ha convertido en mi favorito. En él se ejemplifica a la perfección como son: orgullosos y regidos por un código de honor para con la raza, locos y algo kamikazes cuando se presenta la oportunidad de una batalla, lejos quizá de esa naturaleza élfica, fría y calculadora, que solo está dispuesta a derramar un poco de sangre cuando sucios intereses andan en juego (ya sean joyas o lo que sea).



-Beorn. La bestia, el último de un linaje de "cambiapieles" (en el universo real de Tolkien, los que vienen a ser los "beornidas"). Ese leñador gigantón poco amigable que, en un momento de extrema necesidad, te gustaría tener a tu lado; claro que una vez despertado al monstruo, ya no distingue de buenos ni malos, destrozando todo a su alcance.
De él se cuenta que intervino en las horas más bajas de la Batalla de los cinco ejércitos, ayudando a igualar la balanza entre ambas fuerzas. (En la película su aparición es anecdótica, apenas un suspiro, pero repito: esperen a la versión extendida, este personaje promete mucho).



-Y cómo no, lo reservaba para el final, Azog el Profanador, el gigante orco pálido de Gundabad, uno de los villanos más fieros y perversos que he conocido. Siempre digo que en toda historia, si el villano funciona, y tiene peso, el 50% del trabajo está hecho.


.....

Y hasta aquí mi crítica. ¿Volveremos a reencontrarnos alguna vez más con la Tierra Media? Bueno, conservemos la esperanza. Si de mi dependiese me encantaría que adaptaran Los hijos de Húrin. Ahí queda dicho.
Para los que pacientes llegasteis hasta aquí, un obsequio:


Esta hermosa canción de los créditos finales, cantada por otro hobbit muy querido




20 comentarios:

  1. Vaya pedazo de post! Muy bueno :-)
    Yo sí que pienso que mejor hubieran sido dos pelis, porque la última fue la que menos me gustó de todas, la batalla es tan larga... La que más me gustó fue la primera, pero claro, en la segunda está Smaug que me encandila con su "Ladrón" jejejeje
    Mis personajes preferidos seguro que no te sorprenden :-) Randagast el Pardo y Beorn, que yo también a este último le eché en falta más protagonismo, a ver en la versión extendida :-)
    Un beso, Ray!

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    1. Me alegro que te haya gustado. Vale, coincidimos entonces en favoritos. La primera es como La comunidad del anillo, el momento de la partida y tal vez por eso el momento más mágico.

      Un beso ;)

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  2. ¡Me quito el sombrero ante esta maravillosa entrada! Si bien es cierto que comparto contigo casi todas tus opiniones respecto a esta trilogía, hay algo que no me parece bien y es el hecho de salirse "del guión". No me gustó nada que se inventaran nuevos personajes. Llámame purista ;) Un saludo.

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    1. Gracias vecina, me alegro que te gustara! Opino igual que tú, no me gustan nada los cambios, pero bueno, mirando el lado positivo no han quedado mal de todo, al menos están en sintonía con la atmósfera general. Tal vez con otro director nos habríamos acabado echando las manos a la cabeza. Quién sabe.

      Un beso ;)

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  3. ¡Hola, te felicito por este excelente análisis de esta trilogía que ha generado tanta diversidad de opiniones y críticas! Yo creo que ha tenido aciertos y fallos (además ha sido demasiada comparada con el Señor de los Anillos, un error creo) pero en general es espectacular y entretiene :)
    Saludos!!

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    1. Me alegra que opinemos igual, Tulkas. Sí, creo que ese ha sido el gran error de la gente, el compararla con El Señor de los Anillos, es lo único que me ha faltado apuntar en la crítica. Tal vez si se viera con los ojos inocentes de quien se deja llevar por una película, se disfrutaría más. Aunque a veces sea casi inevitable compararla con el propio libro.

      Un abrazo ;)

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  4. Pedazo de entrada. Aún no he visto la última parte. Espero poder ir por fin esta semana. Y por ahora, lo único que no me gusta es la aparición de personajes nuevos, sobre todo de Legolas y Tauriel. Y es que esa relación de amor entre Tauriel y un enano tampoco me gusta nada. Por lo demás, me encantan estas pelis.
    Besotes!!!

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    1. Pues ya me contarás. Espero que la disfrutes.
      Sí, Legolas y Tauriel... Como ya sabes el mundo de Tolkien es un mundo muy de hombres. La guionista quiso crear a Tauriel para que un personaje femenino tuviese también su momento de protagonismo. Y no lo veo mal, ahora lo de la relación con el enano... Infumable.

      Un beso Margari ;)

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  5. Me gustan todas y las tengo todas, jajaja MIs hijos y yo somos adictos a todo lo del Señor de los Anillos. La verdad es que no puedo decir que una me haya gustado más que otra porque en cada una he disfrutado y los personajes me encantan, cada uno en su papel claro. A mi hijo, por ejemplo, le cabrea que se hayn inventado personajes que no existen en el libro pero lo cierto es que a mi me da igual. Valoro más otro tipo de cosas.

    Bs.

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    1. Puedo comprender a tu hijo perfectamente Angela, más cuando eres fan de los libros de Tolkien, aunque al final sea como tú y me deje llevar por la película.

      Un beso ;)

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  6. Vaya análisis más genial!! Me ha faltado leer el de la última película porque aun no la he visto, pero de las otras dos, estoy bastante de acuerdo contigo (salvo en lo de Tauriel, mi vena romántica y ñoña me puede jijiji). Además me has ayudado a recordar el libro, y las diferencias con las pelis, y te lo agradezco.
    Reconozco que solo he leido El Hobbitt y La comunidad del anillo, asi que no me considero una fan de Tolkien... Pero las adaptaciones no me canso de verlas y me encantan.
    Besotes

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    1. Gracias a ti por pasarte Montse, me alegro haberte ayudado a recordar. De todas formas el no haberte leído todos sus libros no te excluye de ser fan si en el fondo te gusta su imaginería y disfrutas con sus pelis. Yo mismo soy fan de otros autores de los que ni de lejos me he leído toda su obra.
      Espero que te guste la tercera, pásate y me cuentas qué tal.

      Un beso ;)

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  7. Adoro esta triladoro esta trilogía <3

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    1. Regresar a la Tierra Media siempre es un acontecimiento, por qué no decirlo, un lujo con el que volver a soñar despierto.

      Un beso ;)

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  8. Hola!!
    Le tengo muchas ganas al libro pero sigo sin comprarlo. Lo sé, yo tampoco me entiendo...
    Besos!

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    1. Jajaja, bueno, ya le llegará su hora. Apuesto a que te gusta.

      Un beso ;)

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  9. Hola! Aunque no he leído el libro si que he visto las películas.
    La verdad es que me gustaron mucho y con una sensación de vacío al terminar. Ya no podré ver más a mi Legolas T-T
    La Tierra Media es un lugar maravilloso.

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    1. También me dejaron cierta nostalgia al salir, esperemos que en un futuro no muy lejano haya alguna otra adaptación y no sea un cierre definitivo.

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  10. Hola Ray ahora que ya han estrenado todas las películas me obligaré a leerme el libro, y luego veré las películas pues me apetecen mucho. Espero disfrutarlas tanto como tú, muy buen análisis. Gracias por la entrada.

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    1. Pues me parece una idea excelente. En ese orden te gustará ir comparando libro con pelis.

      Un beso ;)

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