Título: Leo
Director: Robert Smigel, Robert Marianetti, David Wachtenheim
País: Estados Unidos
Año: 2023
Género: Animación
Opinión personal
Leo es el protagonista de esta historia. ¿Y quién es Leo? Pues un lagarto que, junto con su compañero de terrario (una tortuga), lleva décadas atrapado en el mismo aula de una escuela de Florida. Ambos son testigos de los niños que, un curso tras otro, van pasando por esa clase, observando sus personalidades, sus historias, el cambio cultural de la sociedad a través de las distintas generaciones.
Un día su compañero de terrario le cuenta que los lagartos suelen vivir unos 75 años. Leo, que tiene 74, al escuchar esto le entra un bajón tremendo, lamentándose de la cantidad de cosas que podría haber hecho de no haberse pasado todo el tiempo en esa aula. Así pues, convencido de que le queda un solo año de vida, empieza a urdir un plan de escapada para aprovechar o compensar todo ese tiempo malgastado.
Pero, coincidiendo con esto, justo en los primeros días de curso, la profesora habitual de esa aula pide una baja por maternidad y llega una sustituta. La nueva maestra no tiene nada que ver con la anterior, no es tan dulce (¿ñoña?), ni tan permisiva (en realidad con la otra hacían lo que querían); esta por el contrario es de la vieja escuela, con métodos tradicionales. Y uno de los métodos que implanta es que, durante una semana, algún alumno se lleve a una de las dos mascotas de la clase a su casa, para que aprenda a cuidar de seres vivos y a ser responsable.
Como es natural, al principio a los niños la idea les parece un disparate. Esos dos seres de sangre fría solo les causan grima.
Pero finalmente una niña se anima y escoge a Leo para llevárselo a casa durante una semana.
La chica es muy habladora, demasiado, es incansable, y llegado un poco el lagarto, harto de callar y escuchar, le habla a esta. Al principio esta alucina, pero Leo le pide que le guarde el secreto, y a cambio le da consejos, pequeños trucos para mejorar su relación con los demás, pues al ser tan parlanchina es un poco la rara de la clase.
La niña empieza a progresar gracias a los sabios consejos de Leo, y a la semana siguiente pide otra vez llevárselo a su casa.
Y claro, enseguida se forma el revuelo, sobre todo cuando a la niña le preguntan que por qué se lo vuelve a llevar, y esta responde que porque "Leo es guay". Muertos de curiosidad, las siguientes veces son otros alumnos los que piden llevárselo a casa por una semana. La experiencia es similar, solo que cada chaval tiene su personalidad, sus defectos, sus miedos e inseguridades (todos muy acordes a estos tiempos, la verdad).
Sin pretenderlo, Leo se convierte en un amigo para ellos (despertando incluso los celos de su compañero, la tortuga), en alguien especial a quien acudir en busca de consejo, sobre todo a esas edades tan sensibles en las que cualquier cosa es un drama. Pero, ¿qué pasa con el sueño de escapar, de conocer mundo y colmar sus días de nuevas experiencias? Poco a poco empieza a verse dividido entre sus sueños y el cariño que jamás pensó que tendría por estos chicos.
Pero no todo es maravilloso, porque cuando menos se lo espera, los problemas llaman a su puerta. Y no cuento más para no destriparos mucho, porque merece mucho la pena.
Ya de entrada, que los narradores de la historia sean estos dos reptiles, con ese punto de vista desde su terrario, me pareció de lo más original. Ellos son la voz de la experiencia, y con sus comentarios sarcásticos diseccionan (y de qué manera tan acertada) a la generación de chavales de ahora, tan esclava del móvil, tan obsesionada con la imagen que puedan proyectar de sí mismos hacia los demás.
Y bueno, Leo es uno de esos personajes a los que es imposible no cogerles cariño.
En serio, esta peli me ha ganado. Ya viendo el tráiler intuía que me iba a gustar, lo que no esperaba es que fuera a convertirse en una de mis pelis favoritas. No tiene esa animación tan excelsa como, por ejemplo, las pelis de Pixar (ni lo pretende), pero le da cien patadas a muchas pelis de Pixar, no sé si me explico. Entre otras cosas, nos habla de la pérdida de la inocencia, de la madurez y el paso de niño a adolescente. En mi opinión, tiene más corazón, más crítica, más humor y más de todo que muchas pelis de animación que he visto en los últimos años. Y hablando de crítica, buenísima radiografía la que hace, no ya a los chavales de ahora, sino a esta nueva generación de padres que tienden a sobreproteger en exceso.
Rara vez le pongo a una peli la máxima nota, pero esta lo merece. Y lo más curioso, me da la impresión de que no la conoce ni Dios.
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