Lo que hacemos en las sombras

Título: Lo que hacemos en las sombras

Director: Taika Waititi, Jemaine Clement
País: Nueva Zelanda

Año: 2014

Género: Comedia, Terror

Opinión personal

Os traigo una película que estoy seguro va a gustar a muchos, si es que no la habéis visto ya. Para mí ha sido toda una sorpresa. Atraído por sus buenas críticas, decidí darle una oportunidad sin saber muy bien lo que me encontraría, y ya os adelanto que me ha dejado muy buen sabor de boca.

En esta historia conoceremos a Viago, Deacon y Vladislav, tres amigos que comparten piso en Nueva Zelanda. Pagan el alquiler, se reparten las tareas domésticas e intentan que les inviten a entrar en los clubs. Hasta aquí todo normal, salvo por un pequeño detalle: son inmortales y se alimentan de sangre humana.
Con este empiece tan atractivo, la película nos mete de lleno en la vida de estos tres vampiros que tratan de adaptarse a la sociedad moderna.

Tres generaciones de vampiros, cada cual de un siglo más lejano en el tiempo, con personalidades bien definidas y diferenciadas. Cuando Petyr, el cuarto compañero de piso y más viejo de todos (de hecho el que menos protagonismo tiene en la peli) convierte en vampiro a Nick, un chico de la época actual, nuestros protagonistas deberán enseñarle como funciona todo en su recién estrenada vida eterna. Aunque, lo más gracioso de todo, es que son ellos tres los que aprenderán cosas que desconocían, dándose cuenta de lo desfasados que están en lo que a la vida moderna se refiere.

Grabada como un falso documental, con los propios protagonistas contándonos cómo son sus vidas, mirando a veces a cámara, esta divertidísima comedia está repleta de guiños a la mitología vampírica que conocemos a través de la literatura o el cine. Tiene momentos buenísimos con los que no he podido evitar reírme, por lo absurdo de las escenas, como por ejemplo una discusión doméstica entre ellos por quién friega los platos, o pidiendo a un portero de discoteca que los dejase entrar (ya sabéis, según las leyendas de vampiros, no pueden entrar a ningún sitio cerrado sin el consentimiento del dueño), o dibujándose unos a otros antes de salir una noche de sábado para ver qué aspecto tienen (pues lógicamente los espejos no les devuelven su reflejo). En este sentido, los detalles sobre vampiros de los que la película bebe son geniales, y una de sus bazas fuertes.

La película no solo se sustenta en el mundillo de los chupasangres, ya que otros seres siniestros harán acto de presencia en algún momento. La historia trae sorpresas consigo.
Aunque el humor es la piedra angular de esta singular obra, con lo que rápidamente conectas, cabe destacar también la lograda ambientación, lúgubre, realista, creíble dentro de lo que cabe (dejándose llevar uno un poco por la imaginación, claro), con muy buenos efectos, y para mi gusto más tétrica y mejor conseguida que muchas pelis de terror que he visto. Tanto es así, que hay ciertas escenillas que dan hasta yuyu, jajaja.

No quiero entrar en detalles porque merece la pena que los descubráis poco a poco. Tan solo dejaros llevar por la propia historia. De las mejores comedias que he visto en mucho tiempo. Lo dicho, si os gusta el género de terror, o más concretamente el de vampiros, y queréis reíros un rato, esta es vuestra película. Unos personajes con los que congenias desde el principio, muy buenos amigos y un poco gamberros, pero con los que desde luego, por nada del mundo, habría cojones de compartir piso.

Y para que os hagáis mejor una idea de lo que hablo, echadle un ojo al siguiente trailer, que tampoco tiene desperdicio: