La favorita

Título: La favorita

Director: Yorgos Lanthimos

País: Reino Unido

Año: 2018

Género: Drama, Comedia negra

Opinión personal

Estamos ante una historia de esas que no se olvidan fácilmente, una película que empecé a ver sin saber mucho de la trama y que me pareció toda una joya en sí misma.

Esta es una historia de personajes. ¡Madre mía, y qué personajes!

En primer lugar tenemos a la reina de Inglaterra. Estamos en el siglo XVIII y Anne es quien ocupa el trono. Por ese entonces Inglaterra está en guerra contra Francia, pero es algo que nos llega muy de fondo, pues la reina, una mujer caprichosa y emocionalmente inestable, parece más ensimismada en ella misma, en su tedioso día a día lleno de opulencia y diversiones palaciegas.

Luego tenemos a Lady Sarah, íntima amiga de la reina. Tan íntima, que es casi un secreto a voces que es la amante de esta. Y todo esto mientras su marido se juega la vida en el frente. Lady Sarah es quien en verdad maneja los hilos, quien firma los documentos de estado en nombre de la monarca y quien muchas veces toma las decisiones por ella, gobernando el país a su antojo. Con una reina como Anne, que es como una especie de niña grande, Sarah la manipula como quiere, valiéndose de sus artes amatorias.

Y finalmente tenemos a Abigail, la última en llegar, una joven cuya familia (antaño aristocrática) ha caído en desgracia y se ve en la más absoluta miseria. Según parece es prima lejana de Lady Sarah, y apoyándose en esto se acerca a ella pidiéndole ayuda. Sarah, fría e inmisericorde, le da trabajo en el palacio, pero en el estrato más bajo: como sirvienta en las cocinas. Abigail trabaja duro e intenta ganarse la confianza de Sarah, pero el corazón de esta es de piedra, pues parece que disfruta humillándola.

Pero Abigail no es una sirvienta cualquiera, tiene estudios, astucia e inteligencia suficientes para llegar lejos. Ambición y paciencia no le faltan, por lo que poco a poco comienza a llevar a cabo un plan sibilino, consiguiendo mediante encuentros en apariencia causales acercarse a la reina Anne. Al principio pasa desapercibida para esta, pues para Anne todos sus sirvientes son meras cucarachas, pero con el tiempo y mucho tesón acaba ganándose su confianza. La joven despliega todos sus encantos con ella en un intento por ganársela, y como últimamente Sarah, la amante de la reina, está demasiado atareada ocupándose de asuntos de política, Abigail llega a convertirse en su dama de compañía; el primer paso en su camino hacia una vida de privilegios.

Lady Sarah enfurece al ver que la última en llegar, esa mosquita muerta de Abigail, va comiéndole terreno y podría hasta influir en la reina para ponerla en contra, compitiendo así por un puesto de poder y control absoluto.

La reina Anne es manejable, pero no tonta, y se divierte viendo cómo las dos jóvenes compiten por ella. Como una niña consentida y malcriada, solo busca atención. Atormentada por los achaques de la edad, cada vez más vieja y cansada, física y mentalmente, le gusta ser amada y no sentirse un estorbo. Las otras dos son jóvenes y guapas, y su lucha por conquistarla se convierte en un pasatiempo para la reina Anne.

Tanto Sarah como Abigail son supervivientes natas, y las estratagemas que usan para derrocar la una a la otra son diversas y retorcidas.

Sarah es perra vieja y se las sabe todas, y no dejará que esta intrusa le arrebate lo que tantos años le ha costado conseguir.

Abigail por su parte es astuta y, bajo esa imagen modosita de niña buena, guarda pura malevolencia. Después de pasar por todo tipo de humillaciones, demostrará que la venganza se sirve fría y en bandeja de plata.

Estamos ante una historia donde sus tres grandes personajes tienen algo en común: son mezquinos, egoístas y harán todo lo posible por alcanzar sus metas, pasando por encima de quienes sean. Pero esto es algo que comparten incluso con los personajes secundarios.

Es la segunda peli del director que veo; antes fue Langosta, la cual me sorprendió gratamente y aprovecho para recomendárosla si os apetece algo diferente, con ese punto surrealista y original que tanto me gusta.

Sin embargo, con La favorita creo que se ha encumbrado, consiguiendo una película redonda. Fotografía cuidada, dotándola de una ambientación muy lograda; historia de mirada crítica llena de giros imprevisibles que te mantiene expectante; interpretaciones de lujo (lo mejor de la peli)... Todo esto y más consiguen una obra magistral. No por nada obtuvo el Oscar a la Mejor actriz ese año, además de estar nominada en hasta 10 candidaturas.

Más allá de las luces y sombras de sus personajes, en el fondo me dio la impresión de que ninguno de los tres es feliz. El final es irónico y nada satisfactorio para ninguno de ellos, como la vida misma.

Sin duda la incluyo entre las mejores películas que he visto este año. Recomendada 100%.