Ruby Sparks

Título: Ruby Sparks

Director: Jonathan Dayton, Valerie Faris
País: Estados Unidos

Año: 2012

Género: Romance, Comedia, Drama, Fantástico

Opinión personal

Ya estaba tardando en hablaros de esta genial película. De los directores de "Pequeña Miss Sunshine", nos llega esta originalísima historia (ese tipo de historias que hacen que te digas a ti mismo: "¡Joder, cómo no se me ocurrió a mí algo así!") en la que se nos cuenta cómo Calvin Weir, antiguo niño-prodigio, reconocido popularmente por su primera novela (su gran éxito), atraviesa uno de sus peores momentos creativos y personales. Además de ello, su vida amorosa es tan deprimente que desde hace años lleva viéndose con un psiquiatra.

Este, su doctor y prácticamente de los pocos amigos que tiene, empieza a escuchar cómo desde hace poco Calvin sueña con una chica, así que a modo de ejercicio, le anima a que escriba sobre su chica imaginaria con el fin de que recupere el hábito de escribir.

Calvin así lo hace, pero lo que comienza siendo un mero pasatiempo termina convirtiéndose en una obsesión y, con el paso de los días, no hace otra cosa que escribir sobre la chica que se le aparece en sueños. Tanto es así, que casi empieza a enamorarse del personaje, su propia creación.

Hasta que una mañana, de repente, Ruby, como ella se llama, acaba materializándose en su apartamento. Calvin no da crédito, pero poco a poco va sucumbiendo a la realidad, y de un día para otro, compartiendo vida con la chica de sus sueños.

Ruby es un reflejo exacto a lo que él ha escrito, cada uno de sus detalles, su personalidad, su pasado; ella es complicada, interesante, atípica, imprevisible y, a sus ojos, especial como ninguna.

Lo más irónico es que Ruby ni se imagina quién es en realidad, que sus recuerdos y toda ella misma son una invención de él, creyéndose una persona normal. Calvin por su parte, aunque ella es fiel a la chica que siempre ha imaginado perfecta, ve cómo con el paso del tiempo las cosas se van desmadrando un poco, escapando a su propio control, comprobando con inquietud que no existen las relaciones perfectas, por muy idílicas que estas sean.

Ya de entrada, los protas que se dedican al noble arte de escribir, solitarios y complejos, siempre me acaban atrayendo. Pero obviando este detalle, esta es una de esas pocas películas que recomiendo siempre a cualquiera, es única e irrepetible. Tiene algo que te mantiene pegado al asiento desde que empieza hasta que acaba. Y el final... Bueno, el final es redondo.

Si no la habéis visto ya estáis tardando. Una vez vista te quedas con una sonrisa en la cara, y te dices... "¡Dios, pero qué grande es el cine!".