Título: El hoyo
Director: Galder Gaztelu-Urrutia
País: España
País: España
Año: 2019
Género: Ciencia ficción, Supervivencia
Opinión personal
Hace tiempo que vi esta peli (a decir verdad, ya ha caído dos veces), pero no podía dejar pasar la oportunidad de traérosla, porque ya os adelanto que me encantó. A estas alturas seguro que casi todos la habéis visto, pero por si todavía queda por ahí algún despistado que no la conocía, o algún indeciso que aún no se animó con ella, os cuento un poco por encima lo que os estáis perdiendo...
La película empieza directamente en el hoyo, sin contemplaciones. ¿Pero qué es el hoyo? Bueno, aunque no se dice en ningún momento ni se dan muchos detalles, entendemos que, en un futuro distópico, existe una prisión singular. Y digo singular no solo por su extraño estilo arquitectónico, sino también por sus presos, pues no todos cumplen condena de forma obligatoria. Algunos lo hacen de manera voluntaria, como es el caso de nuestro protagonista. Un tipo anodino con el que, en un principio, cualquiera podría identificarse. ¿Pero qué motivos pueden llevar a alguien a querer estar recluido en un agujero tan horroroso como este?
Puede que, tal vez, nuestro hombre no tuviera mucha idea de dónde verdaderamente se metía.
El hoyo es una prisión curiosa donde las haya, porque está construida en vertical. Por cada planta, una celda con dos reclusos. En el centro, un abismo por el que cualquiera puede asomarse, sintiéndose libre para saltar al vacío en cualquier momento, cuando considere que ya no lo soporta más.
A cada preso se le permite entrar con un objeto, algo que previamente han elegido. Nuestro protagonista ingresa con un libro. Su compañero de celda (el primero de muchos) con un cuchillo. Un cuchillo con el que marca los días de condena que le restan para salir de allí.
Pero lo más curioso viene ahora. Por dicha abertura central por la que ni siquiera se ve el fondo (no sabemos cuántas celdas hay hacia abajo), una plataforma pasa cada día llena de comida. La misma para todas las celdas. Es decir, que los de más abajo van comiéndose las sobras que los de más arriba van dejando. Algo desolador si te ha tocado en un piso muy por debajo, pues apenas llega nada para uno sobrevivir. Porque, claro, cada mes te toca en un nivel diferente, por lo que habrá meses buenos, malos y realmente malos.
Poco a poco iremos descubriendo más y más secretos, no solo de esta pesadillesca prisión, sino de los propios personajes. En este sentido, la película te mantiene en vilo desde que empieza hasta que acaba.
En el caso del protagonista, que al principio parece llevarlo bien, con el paso de los días y las semanas somos testigos de su angustia, hasta el punto de que, llevado por las circunstancias al límite, comienza a idear un plan para desafiar el propio sistema por el que se rige el hoyo.
La película tiene una atmósfera especial parecida a la de Cube, un ambiente aséptico, minimalista, impersonal, que te atrapa desde los primeros minutos por lo conseguido que está. Pero va más allá, porque funciona de metáfora con el mundo de nuestros días, dejando un claro mensaje de crítica hacia la desigualdad que existe entre los muy pobres y los muy ricos.
Habréis escuchado que tiene sus momentos gores y escatológicos... Tiene algún que otro momento, pero se insinúan más que se muestran. No es algo que vaya a quitaros el sueño.
El final es un poco ambiguo, y solo por eso no le doy un 10. Sin embargo, a pesar de ello, la película es de sobresaliente. No podéis perdérosla.
Si un tiempo atrás alguien me hubiese hablado de una propuesta que mezclara "ciencia ficción" con "cine español", no habría dado ni un duro por ella. Pero luego veo El hoyo y me tengo que meter la lengua en el culo, porque la historia, el guion, las interpretaciones o la ambientación son de una calidad incuestionables.
De lo mejorcito en cine español que he visto en los últimos años. Valiente, surrealista, cruel, llena de mensajes potentes. Aunque podría resumirla con una sola palabra: sorprendente.