Título: La casa de arenas movedizas
Autor: Carlton Mellick III
Páginas: 250
Año de edición: 2016
Género: Terror, Ciencia Ficción
Opinión personal
Ya está, ha llegado el día!!
Llegó ese día en el que os hablo de este libro. Dios, y qué libro...
Qué difícil. Qué difícil hablar de algo cuando te ha gustado tanto. En serio, todo lo que os diga es poco, así que lo mejor que puedo hacer es dejar al propio autor que os la venda, y para ello os copio un fragmento de la "Nota del autor" (la primera página del libro):
"Tenía esta historia en mi cabeza desde que era un niño. Había algo en esta idea que siempre me había obsesionado: dos niños que nunca han conocido a sus padres a pesar de que viven bajo el mismo techo. Saben que sus padres están con ellos en algún lugar de la casa, pero no saben dónde. No saben qué aspecto tienen ni por qué se niegan a ir a verlos. A veces oyen una risa lejana al otro lado de la casa, huelen un rastro de perfume en una habitación o se encuentran un cigarrillo encendido en un cenicero, pero nunca han visto ni a su padre ni a su madre en persona."
¿Qué? ¿Cómo se os quedó el cuerpo?
Recuerdo que la primera vez que leí la sinopsis de este libro quedé tan intrigado que supe que tenía que leerlo.
La historia nos habla de dos hermanos. Polly es la hermana mayor, tiene el pelo verde y cuernos en la cabeza, literalmente (que al parecer, según se nos cuenta, a las chicas les salen con su primera menstruación). De mayor no quiere marido ni tener hijos. De hecho odia a los niños, y por eso no soporta a Pulga, su hermano menor. Pulga no es su verdadero nombre, sino el mote que le puso su hermana mayor.
Ambos viven en una mansión enorme, concretamente en una zona de esta llamada la Guardería. Allí han vivido siempre cuidados por una niñera, reciben comida y todo lo que necesiten. Nunca han visto a sus padres, aunque viven en la misma casa que ellos. Ansían verlos, sobre todo el pequeño, pero por alguna extraña razón parece que los padres nunca tienen tiempo para ir a verlos.
"Pulga lleva años imaginando cómo deben de ser sus padres. Pasa horas y horas dibujándolos en la mesa de la sala del té, concentrándose todo lo que puede en intentar capturar su verdadera esencia. Cree que en algún lugar profundo de su subconsciente sabe cómo son exactamente y que, si sigue haciendo dibujos de padres y madres, una de esas imágenes conseguirá despertar ese conocimiento oculto."
Bajo ninguna circunstancia jamás deben abandonar la Guardería, pues sus vidas correrían peligro, según se les ha dicho siempre. Sin embargo, un día pasa algo que los obliga a abrir la puerta y adentrarse en los pasillos oscuros de una casa que les es ajena, descubriendo accidentalmente secretos que se ciernen sobre su propio pasado y el mundo en el que han creído vivir.
Pulga es el personaje que cobra más protagonismo, y a través de sus ojos, de su ingenuidad, y de las propias cosas que le cuenta su hermana (cosas tremendas, pero que aquí se dan por sentadas como algo normal), iremos descubriendo retazos de esa siniestra realidad en la que viven, recomponiendo las piezas de un sórdido puzzle que nos dejará con la boca abierta.
"Cuando se queda dormido, sueña que explora la enorme casa. Al principio es un sueño maravilloso lleno de habitaciones bonitas y extrañas, y ve cosas maravillosas en su viaje. Pero al poco se convierte en una pesadilla. Sueña que es un hombre viejo que continúa explorando la casa y que ha malgastado su vida buscando a unos padres a quienes es incapaz de encontrar."
La casa de arenas movedizas reúne los ingredientes ideales para que un libro me encandile, que en mi caso son:
-Esa pizca de surrealismo que me encanta (y esta historia tiene oleadas, pero siempre con coherencia).
-Que haya pocos personajes y que la acción transcurra en el mismo sitio (no me preguntéis por qué, pero así es, las historias bajo esta premisa me llegan más, y para poneros algún ejemplo, Misery, uno de mis libros favoritos).
-Que su ambientación sea oscura, siniestra, angustiosa, pero a su vez que tenga ese punto de ternura que te hace cogerle cariño a sus personajes, sufrir con ellos, preocuparte por su suerte.
Pero es que, para más inri, tiene algo que ha sido lo que más me ha enganchado a sus páginas, y es que en cada capítulo pasaban cosas. Cosas sorprendentes y reveladoras, descubriendo nuevos misterios, dándote cuenta de que el mundo que se nos muestra es solo la punta del iceberg de algo más grande y difícil de digerir. Como es lógico, esto hizo que los capítulos me los leyera de dos en dos y de tres en tres, porque me provocaba tal ansia por querer seguir arrojando luz a tales enigmas, que era incapaz de cerrar el libro.
Es una historia fascinante que mezcla terror (más que nada por su ambientación tan lograda), con ciencia ficción (por ciertos elementos que os vais a quedar ojipláticos), con aventuras, sobre todo, y con un término que yo recién acabo de descubrir: bizarro, del que el propio libro nos hace su definición, y que vendría a poner de manifiesto elementos como "extravagante, grotesco, absurdo, independiente, que te hace pensar pero a la vez divierte... Y por qué no, también valiente". De hecho, la editorial está especializada en este tipo de libros bizarros.
No voy a deciros que lo leáis, porque creo que es innecesario. A la vista está lo mucho que lo he disfrutado. Hace ya unos meses que lo leí y aún sigo dándole vueltas a su loca historia. Sin temor a equivocarme, porque todavía no acabó este maldito 2020, ya os adelanto que se ha convertido en mi libro favorito del año. No solo eso, en una de las mejores historias de mi vida lectora. Hacía años que un libro no me absorbía tanto.