Las ovejas no pierden el tren

Título: Las ovejas no pierden el tren

Director: Álvaro Fernández Armero

País: España

Año: 2014

Género: Comedia

Opinión personal

He de confesar que en la mayoría de las veces me resulta muy difícil defender nuestro cine. Pero hay alguna que otra joya que despierta mi interés y satisface mis expectativas. Las ovejas no pierden el tren es una comedia fresca e inteligente donde los diálogos entre los distintos personajes son brillantes.

Luisa y Alberto se ven obligados a ir a vivir al campo con su hijo pequeño. A pesar de que se quieren muchísimo la vida rural comienza a sacar lo peor de ellos. Él es un periodista sin trabajo que intenta escribir un libro, pero su día a día lo va amargando cada vez más, afectando a su matrimonio. No soporta el campo y no termina de adaptarse. Luisa por su parte está obsesionada con quedarse de nuevo embarazada, convirtiendo el sexo en una obligación sin pasión. La convivencia llega a ser insoportable.

A otro que las cosas tampoco le van muy bien es a Juan, hermano de Alberto. Separado, con dos niñas, y saliendo con una joven de 25 años a la que casi le dobla la edad. Atraído por la juventud y la necesidad de demostrarse que todavía puede ser feliz, se engancha a esta relación de una manera algo obsesiva. La chica le exige formalizar la relación, sugiriéndole que le hable a su ex de su existencia y presentándole a sus niñas, pero Juan no está muy por la labor. 

Y no puedo olvidarme de Sara, la hermana de Luisa, que está obsesionada por encontrar al hombre de su vida, con el que casarse. Muy enamoradiza y algo ansiosa en esto del amor. Le presentan a Paco y rápidamente queda prendada por él. Pero las interpretaciones y conclusiones que saca Sara no suelen coincidir mucho con la realidad, por lo que le harán pasar algún que otro mal trago.

Y estas son las parejas protagonistas de esta historia. Un grupo de cuarentones sin motivación en la vida que se plantea, cada uno a su manera, hacer borrón y cuenta nueva y tomar el rumbo de sus vidas hacia lo que realmente desean.

El reparto de actores me ha parecido de categoría. Todos están fabulosos, aunque para mí la mejor es Candela Peñas. Inma Cuesta también está genial, muy real en cada una de sus escenas. Son actrices muy naturales y frescas, y a mí me transmiten buen rollo.
En definitiva, es una película que se ve con mucha facilidad. He disfrutado mucho con ella y me he reído un montón, aunque no solo hay risas, también momentos tiernos y emotivos que la hacen especial.