Autor: Paul Auster
Páginas: 171
Año de edición: 2003
Género: Narrativa
Opinión personal
Llevaba tiempo queriendo adentrarme en otra de las historias de uno de mis autores favoritos. Tercer libro que leo de Paul Auster, y nuevamente me ha cautivado.
Este libro te deja huella. Su protagonista se llama Míster Bones, un perro que vive con su compañero y confidente Willy G. Christmas, un poeta vagabundo. Su hogar son las propias calles de Brooklyn, que recorren de aquí para allá sin un rumbo fijo.
Pero las cosas empiezan a torcerse y la salud de Willy se resiente debido a años de excesos de tanto beber y fumar. Su asma empeora por día y, con el primer esputo de sangre, este siente el final cerca.
Sabe lo que les espera a los perros callejeros sin amo (el hambre y el frío, unos días en la perrera si los atrapan y después la muerte, pues nadie adopta a un chucho de raza indefinida). Willy se maldice por su torpeza al no haber prevenido antes la situación, temiendo por la suerte de su compañero y único amigo, con el que habla día y noche sin cesar. Y por eso le previene, aconsejándole que no se deje coger nunca, alertándolo de posibles peligros que debe evitar cuando él ya no esté en este mundo y parta hacia Tombuctú, como llama al más allá.
No obstante, a la desesperada, urde un plan:
Ir en busca de su profesora de literatura, la única persona amable y bondadosa que creyó en él en sus días de universidad, antes de echarse a perder y abandonar las clases. Para ello, como si de un Don Quijote y Sancho Panza se tratara, emprenden un viaje a Baltimore con la intención de confiarle a Mister Bones.
Las incertidumbres son grandes... Han pasado muchos años desde aquella época, ¿seguirá viviendo en Baltimore? Y aun así, ¿lo reconocerá después de media vida? ¿Seguirá viva?
Se aúnan en esta historia dos personajes inolvidables.
Willy no es perfecto, en absoluto. Es descuidado, un pobre borracho, intenso en sus soliloquios, impulsivo e imprudente, generoso hasta la estupidez, filosofo surrealista, poeta, incomprendido, nostálgico, anclado a veces en el pasado... Pero pese a su mala cabeza para regirse por el mundo y sus grandes defectos, Mister Bones lo quiere con toda su alma. Jamás ha juzgado a su amo, al contrario, le relaja escuchar sus absurdos monólogos. Nunca ha concebido su vida sin él, ni imaginado dormir o deambular solo. Sin embargo, el final se acerca, ya en el mismo principio del libro.
“Míster Bones es un perro de raza indefinida, pero de una inteligencia muy precisa. No habla inglés, quizá porque se lo impide la forma de sus fauces, pero tantos años escuchando el incesante torrente verbal de su amo han hecho que lo comprenda a la perfección, y que pueda pensar e interpretar el mundo con una sensibilidad muy canina y una sintaxis muy humana”
A través del perro, rememoraremos la vida de Willy, pero esta es solo un aperitivo, pues la verdadera historia se centra en el animal, al que el destino aún le tiene reservadas muchas cosas.
Me quedaría corto al deciros que me ha encantado. Siendo Brooklyn Follies mi favorito del autor hasta la fecha, Tombuctú me ha parecido interesante, entrañable y adictivo. En ocasiones conmoviéndome más que todos estos bestsellers insípidos y vacíos que nada más publicarse salta su adaptación a la pantalla. Una historia muy particular con la que por momentos he reído, por momentos se me ha encogido el corazón. Recomendadísimo.
Este libro te deja huella. Su protagonista se llama Míster Bones, un perro que vive con su compañero y confidente Willy G. Christmas, un poeta vagabundo. Su hogar son las propias calles de Brooklyn, que recorren de aquí para allá sin un rumbo fijo.
Pero las cosas empiezan a torcerse y la salud de Willy se resiente debido a años de excesos de tanto beber y fumar. Su asma empeora por día y, con el primer esputo de sangre, este siente el final cerca.
Sabe lo que les espera a los perros callejeros sin amo (el hambre y el frío, unos días en la perrera si los atrapan y después la muerte, pues nadie adopta a un chucho de raza indefinida). Willy se maldice por su torpeza al no haber prevenido antes la situación, temiendo por la suerte de su compañero y único amigo, con el que habla día y noche sin cesar. Y por eso le previene, aconsejándole que no se deje coger nunca, alertándolo de posibles peligros que debe evitar cuando él ya no esté en este mundo y parta hacia Tombuctú, como llama al más allá.
No obstante, a la desesperada, urde un plan:
Ir en busca de su profesora de literatura, la única persona amable y bondadosa que creyó en él en sus días de universidad, antes de echarse a perder y abandonar las clases. Para ello, como si de un Don Quijote y Sancho Panza se tratara, emprenden un viaje a Baltimore con la intención de confiarle a Mister Bones.
Las incertidumbres son grandes... Han pasado muchos años desde aquella época, ¿seguirá viviendo en Baltimore? Y aun así, ¿lo reconocerá después de media vida? ¿Seguirá viva?
Se aúnan en esta historia dos personajes inolvidables.
Willy no es perfecto, en absoluto. Es descuidado, un pobre borracho, intenso en sus soliloquios, impulsivo e imprudente, generoso hasta la estupidez, filosofo surrealista, poeta, incomprendido, nostálgico, anclado a veces en el pasado... Pero pese a su mala cabeza para regirse por el mundo y sus grandes defectos, Mister Bones lo quiere con toda su alma. Jamás ha juzgado a su amo, al contrario, le relaja escuchar sus absurdos monólogos. Nunca ha concebido su vida sin él, ni imaginado dormir o deambular solo. Sin embargo, el final se acerca, ya en el mismo principio del libro.
“Míster Bones es un perro de raza indefinida, pero de una inteligencia muy precisa. No habla inglés, quizá porque se lo impide la forma de sus fauces, pero tantos años escuchando el incesante torrente verbal de su amo han hecho que lo comprenda a la perfección, y que pueda pensar e interpretar el mundo con una sensibilidad muy canina y una sintaxis muy humana”
A través del perro, rememoraremos la vida de Willy, pero esta es solo un aperitivo, pues la verdadera historia se centra en el animal, al que el destino aún le tiene reservadas muchas cosas.
Me quedaría corto al deciros que me ha encantado. Siendo Brooklyn Follies mi favorito del autor hasta la fecha, Tombuctú me ha parecido interesante, entrañable y adictivo. En ocasiones conmoviéndome más que todos estos bestsellers insípidos y vacíos que nada más publicarse salta su adaptación a la pantalla. Una historia muy particular con la que por momentos he reído, por momentos se me ha encogido el corazón. Recomendadísimo.
Tengo una deuda con este autor. No he leído anda suyo y ésta(y todas las demás) me tientan. Un beso.
ResponderEliminarUna vez leas alguno de sus libros verás como quedas atrapada.
EliminarUn beso ;)
Gracias por la recomendación, la verdad es que dan ganas de darle una oportunidad.
ResponderEliminarBesos!
Pues dásela, dásela, el libro lo merece. Es cortito, pero no por ello menos bueno.
EliminarUn beso ;)
Una gran reseña para una novela preciosa.
ResponderEliminarBesotes!!!
¿Lo leíste?
EliminarTengo a este autor entre mis pendientes, y aunque esta historia me da miedo (me parece que voy a llorar como una posesa) me la llevo apuntada.
ResponderEliminarBesos.
Como amante de los animales, este libro te va a encantar. Ya me contarás.
EliminarUn beso ;)
Me parece muy interesante la historia y todo lo que comentas, si algún día tengo oportunidad lo leeré, aunque de momento tengo acumulación.
ResponderEliminarUn besote =)
Con lo que te gustan los perros, este libro seguro que te cautiva.
EliminarUn beso ;)
Hace muchos años me lo regalaron y lo intenté pero no pude...pero viendo tu reseña y con muchos años más quizás me anime.
ResponderEliminarBesitos
Sí, tal vez no era el momento. A lo mejor ahora es diferente.
EliminarUn beso ;)
Tengo pendiente seguir leyendo al autor, a ver si me pongo las pilas =)
ResponderEliminarBesotes
La mayoría de sus títulos son interesantes, y sus personajes inolvidables. Yo desde luego pienso seguir leyendo más de sus historias.
EliminarUn beso ;)
Es un buen autor aunque este no lo he leído. Y todo lo que cuentas es muy atractivo, parece una novela entrañable de esas que te transmiten muchas cosas. Y además con un perro de protagonista...
ResponderEliminarBesos
Así es, Marian. A pesar de lo cortito que es, es de esas historias que permanecen en la memoria. Como casi todos los libros de Auster, supongo.
EliminarUn beso ;)
Ays me has convencido por completo, tengo que leerlo!
ResponderEliminarUn beso!
Me alegro. ¿Nunca leíste a este autor? Si es así, te estas perdiendo unas historias increíbles.
EliminarUn beso ;)
¡Hola! ^^
ResponderEliminar"Brooklyn Follies" ya estaba en mi lista, y ahora también este. Antes o después quiero leer algo de este autor, porque parece que sus libros son casi perfectos. Todo el mundo los pone por las nubes, aunque en mi caso no sé si me gustaran tanto. Pero bueno, todo es probar.
Besos!
Bueno, es uno de mis autores favoritos. Aunque, como en todo, mi consejo es ir sin expectativas. A veces las altas expectativas nos arruinan historias que, de otro modo, hubieran sido toda una sorpresa. Lo mejor es dejarse llevar por la azarosa vida de estos personajes, sin esperar nada. Como más se disfruta.
EliminarUn beso ;)
Hola.
ResponderEliminarPero que libro más bonito y emotivo, no he leído nada del autor, pero después de leer la reseña ya me lo apunto sobre todo este libro. Adoro los animales y creo que una historia tan emotiva me gustará mucho, seguro que acabo llorando.
Muchos besos, nos leemos.
Es imposible que no te arranque sentimientos. Ya me contarás qué tal.
EliminarUn beso ;)
Hola. No conocia este libro ni he leido al autor. Espero hacerlo pronto y que me guste tanto como a ti. Besos.
ResponderEliminarEso espero, Anna. A ver qué te parece en el caso de que decidas darle una oportunidad.
EliminarUn beso ;)
Genial libro ! Auster un genio, espero que hayas leído su libro: Detectives de Nueva York !
ResponderEliminarsaludos Ray !! abrazo!
Supongo que te referirás a "La trilogía de Nueva York", el título con el que salió aquí. No lo leí, pero me hablaron muy bien de él, así que después de tu recomendación más ganas le tengo.
EliminarUn abrazo ;)
¡Hola Ray! Jolín, es un libro de esos que si no he leído tengo que leer, pero es que me suena un montón y no lo ubico. Creo que no lo he leído, pero vamos, que si lo he hecho, siendo de animales, no me importa repetir, jaja.
ResponderEliminar¡Besos!
En realidad podría recomendarte cualquiera de los dos otros libros que hasta ahora he leído de Auster ("El palacio de la luna" y "Brooklyn Follies"), y todos te encantarían, pero conociendo tu especial sensibilidad para con los animales, este te va que ni al pelo.
EliminarUn beso ;)
Auster nunca decepciona ¿verdad? Tengo ganas de volver a él (aunque su mujer también me "reclama"), pero me tienta mucho su poesía...
ResponderEliminarUn abrazo
Cómo lo sabes... Al menos en mi caso nunca, aun así, y por fortuna, me quedan por delante muchos más libros suyos. A la mujer no la conozco, pero creo que podría gustarme, ya despertaste mi curiosidad con una reseña que le hiciste.
EliminarUn beso Ana ;)
Hola Ray ya en tu anterior reseña del escritor te comentaba que tengo muchas ganas de darle una oportunidad incluso tengo dos de sus libros, pero como podrás comprobar han pasado varios meses y aún sigue ahí en la estantería. Tendré que ponerlo directamente en la mesita de noche, aunque he de confesar que ahí también lleva tiempo otro libro que me gustaría leer, si es que entre unos que se cruzan, otros que no esperas y algunos que deseas mucho, la lista se va alargando y te olvidas de muchos que en algún u otro momento querías leer. Bueno no perderé las esperanzas y espero leerlo pronto :) gracias por la reseña y me alegro que hayas disfrutado tanto de la lectura.
ResponderEliminarQué me vas a contar. Me pasa lo mismo. Tengo libros con buenísimas críticas en mi estantería a los que les tengo muchas ganas y, por las mismas razones que me has dado, siguen esperando, criando polvo.
EliminarAun así, no dejes de darle una oportunidad, casualmente no hace ni unas pocas horas se lo acabo de recomendar también a una amiga, y es que Auster es genial.
Un beso ;)