Autor: John Connolly
Páginas: 400
Año de edición: 2004
Género: Novela negra, intriga
Opinión personal
Connolly lo ha vuelto a hacer, y con este segundo libro de nuevo me quito el sombrero.
Sí, estamos ante otro de los difíciles casos del gran Charlie Parker, el segundo de la saga. ¿Puede leerse de forma independiente?, os preguntaréis algunos. Sí, se puede, pero yo os recomiendo empezar por el primero, porque las referencias a su historia y lo que pasó entonces, aunque no son importantes en esta trama, sí son múltiples y agrada recordarlos, además de ponernos rápidamente en antecedentes (reseña del primer libro aquí).
Ya sabéis que no soy muy de poner las sinopsis, pero la de este libro creo que extrae a la perfección lo que os encontrareis ya en sus primeras páginas:
Una fría noche de invierno, la paz de Maine se ve perturbada por dos hechos aparentemente inconexos: un sangriento tiroteo durante el cobro de un rescate y el suicidio de una anciana en un denso bosque. Todas las pistas apuntan a un mismo hombre. Y Charlie Parker, alias "Bird", ex policía convertido en detective privado, deberá actuar con rapidez porque los acontecimientos se suceden a un ritmo vertiginoso, los cadáveres se multiplican y la violencia se extiende como un reguero de sangre por los bosques nevados de Maine.
Al margen de lo ya descrito en la sinopsis, el libro está lleno de asesinatos y sucesos extraños, aparentemente aislados y sin relación, pero que entre todos forman un sórdido e intrincado puzzle cuya pieza central es un mal lejano en el tiempo. Un ser antiguo que, tras años en la sombra sin hacer ruido, ha regresado por (al menos para él) una razón de peso. Un misterioso asesino en serie al que nunca se atrapó en su día y, por supuesto, nunca se le pudo poner cara. Un antiguo caso sin resolver que al abuelo de nuestro protagonista (ya policía veterano cuando Charlie era un niño) atormentó durante sus últimos años. Un tipo despiadado que disfrutaba exhibiendo como trofeos a sus víctimas colgadas de los árboles y que durante unos años aterrorizó a toda una región.
"También yo envejeceré y, si llego a la edad que él alcanzó, seré ese hombre (...) Nunca antes me ha contado esta historia y jamás me contará cómo acaba, porque no tiene final, no para él. Seré yo quien termine la historia por él y quien complete el arco."
Para ello, nuestro detective se trasladará al pueblo donde creció, a la antigua casa familiar de sus abuelos, para investigar los últimos acontecimientos que han puesto en el punto de mira la zona. Revolviendo entre cajas polvorientas llenas de dosieres e informes policiales de cuando su abuelo era policía, descubre la investigación inacabada del caso de aquel temido asesino en serie, aquella sombra con cierto halo de leyenda. Es solo una corazonada, pero los asesinatos recientes de algún modo le recuerdan a los del pasado de hace tantos años. ¿Se tratará del mismo hombre de entonces? ¿Seguirá todavía vivo?
"En la vieja casa, el pasado flotaba en el aire como motas de polvo en espera de ser iluminadas por los intensos rayos de la memoria. Era allí donde, rodeado de los recuerdos de una juventud más feliz, confiaba en enterrar a los viejos fantasmas."
Más allá de esta intensa sensación de destino con el pasado, intereses poderosos alrededor de un suculento premio gordo hace que gente peligrosa empiece a mover ficha y que la sangre corra alrededor de Charlie Parker. Mafia, sicarios y todo tipo de chusma sin escrúpulos acabarán poniendo en su lista negra a nuestro protagonista, que con su obstinada curiosidad comienza a hacer demasiadas preguntas y a desenterrar cosas desagradables.
"-¿James Hamill? -pregunté.
Se rascó el culo y me tendió la mano. Su sonrisa era la pesadilla de un dentista.
-Encantado de conocerte, quienquiera que seas. Y ahora piérdete.
Siguió con su partida.
-Busco a Billy Purdue.
-Ponte a la cola.
-¿Alguien más ha preguntado por él?
-Prácticamente todo el mundo con uniforme y una placa, por lo que he oído. ¿Eres poli?"
Aunque no lo creáis, apenas os he contado nada. Son tantas las subtramas que tiene este libro, que se vuelve adicción pura cuando empiezan a interconectarse. Y aunque no pase nada (que es imposible, pues siempre están pasando cosas), el día a día del protagonista es tan cercano e interesante, que por un lado quieres llegar al final para saber quién está detrás de todo ese horror, y al mismo tiempo no quieres que se acabe la historia. Creo que es la sensación más compartida entre las buenas historias. No sabría decir si me ha gustado más que el anterior libro, ambos están ahí en equilibro. Los dos geniales.
Lo que hace diferente a Connolly de otros autores de novela negra, es que él además impregna sus historias con elementos paranormales, provocando en este célebre detective una especie de conexión especial con el mundo de los muertos. Pero lo que me gusta es que lo hace con elegancia y mucha sutileza, insinuando más que mostrando.
"Mi abuelo me contó que, cuando era niño, el sacerdote leía los Evangelios en el lado norte de la iglesia, porque el norte siempre se había visto como una zona a la que aún no había llegado la luz de Dios. Por esa misma razón enterraban a los no bautizados, a los suicidas y a los asesinos en serie en el norte, fuera de las tapias del camposanto.
Porque el norte era un territorio negro. El norte era el lugar de las tinieblas."
En esta nueva aventura ambientada en un frío y oscuro invierno de Maine, Parker volverá a reencontrarse con viejos amigos, compañeros de sangre y fatigas, y también con antiguos amores. Me llevo para el recuerdo pasajes muy vívidos de esta historia (como el de la piscina llena de hojarasca, la visita a la residencia de ancianos, o la historia que Louis le cuenta a Charlie sobre su abuela y los duros días de la segregación).
Si queréis una recomendación de primera para estos días tan de regalos y autorregalos, aquí va la mía. Un libro trepidante y adictivo que me ha encantado. Y con este segundo libro, Connolly entra ya por derecho en este selecto club de mis autores favoritos. Me quedo con unas ganas tremendas de seguir leyendo sus siguientes libros.
Sí, estamos ante otro de los difíciles casos del gran Charlie Parker, el segundo de la saga. ¿Puede leerse de forma independiente?, os preguntaréis algunos. Sí, se puede, pero yo os recomiendo empezar por el primero, porque las referencias a su historia y lo que pasó entonces, aunque no son importantes en esta trama, sí son múltiples y agrada recordarlos, además de ponernos rápidamente en antecedentes (reseña del primer libro aquí).
Ya sabéis que no soy muy de poner las sinopsis, pero la de este libro creo que extrae a la perfección lo que os encontrareis ya en sus primeras páginas:
Una fría noche de invierno, la paz de Maine se ve perturbada por dos hechos aparentemente inconexos: un sangriento tiroteo durante el cobro de un rescate y el suicidio de una anciana en un denso bosque. Todas las pistas apuntan a un mismo hombre. Y Charlie Parker, alias "Bird", ex policía convertido en detective privado, deberá actuar con rapidez porque los acontecimientos se suceden a un ritmo vertiginoso, los cadáveres se multiplican y la violencia se extiende como un reguero de sangre por los bosques nevados de Maine.
Al margen de lo ya descrito en la sinopsis, el libro está lleno de asesinatos y sucesos extraños, aparentemente aislados y sin relación, pero que entre todos forman un sórdido e intrincado puzzle cuya pieza central es un mal lejano en el tiempo. Un ser antiguo que, tras años en la sombra sin hacer ruido, ha regresado por (al menos para él) una razón de peso. Un misterioso asesino en serie al que nunca se atrapó en su día y, por supuesto, nunca se le pudo poner cara. Un antiguo caso sin resolver que al abuelo de nuestro protagonista (ya policía veterano cuando Charlie era un niño) atormentó durante sus últimos años. Un tipo despiadado que disfrutaba exhibiendo como trofeos a sus víctimas colgadas de los árboles y que durante unos años aterrorizó a toda una región.
"También yo envejeceré y, si llego a la edad que él alcanzó, seré ese hombre (...) Nunca antes me ha contado esta historia y jamás me contará cómo acaba, porque no tiene final, no para él. Seré yo quien termine la historia por él y quien complete el arco."
Para ello, nuestro detective se trasladará al pueblo donde creció, a la antigua casa familiar de sus abuelos, para investigar los últimos acontecimientos que han puesto en el punto de mira la zona. Revolviendo entre cajas polvorientas llenas de dosieres e informes policiales de cuando su abuelo era policía, descubre la investigación inacabada del caso de aquel temido asesino en serie, aquella sombra con cierto halo de leyenda. Es solo una corazonada, pero los asesinatos recientes de algún modo le recuerdan a los del pasado de hace tantos años. ¿Se tratará del mismo hombre de entonces? ¿Seguirá todavía vivo?
"En la vieja casa, el pasado flotaba en el aire como motas de polvo en espera de ser iluminadas por los intensos rayos de la memoria. Era allí donde, rodeado de los recuerdos de una juventud más feliz, confiaba en enterrar a los viejos fantasmas."
Más allá de esta intensa sensación de destino con el pasado, intereses poderosos alrededor de un suculento premio gordo hace que gente peligrosa empiece a mover ficha y que la sangre corra alrededor de Charlie Parker. Mafia, sicarios y todo tipo de chusma sin escrúpulos acabarán poniendo en su lista negra a nuestro protagonista, que con su obstinada curiosidad comienza a hacer demasiadas preguntas y a desenterrar cosas desagradables.
"-¿James Hamill? -pregunté.
Se rascó el culo y me tendió la mano. Su sonrisa era la pesadilla de un dentista.
-Encantado de conocerte, quienquiera que seas. Y ahora piérdete.
Siguió con su partida.
-Busco a Billy Purdue.
-Ponte a la cola.
-¿Alguien más ha preguntado por él?
-Prácticamente todo el mundo con uniforme y una placa, por lo que he oído. ¿Eres poli?"
Aunque no lo creáis, apenas os he contado nada. Son tantas las subtramas que tiene este libro, que se vuelve adicción pura cuando empiezan a interconectarse. Y aunque no pase nada (que es imposible, pues siempre están pasando cosas), el día a día del protagonista es tan cercano e interesante, que por un lado quieres llegar al final para saber quién está detrás de todo ese horror, y al mismo tiempo no quieres que se acabe la historia. Creo que es la sensación más compartida entre las buenas historias. No sabría decir si me ha gustado más que el anterior libro, ambos están ahí en equilibro. Los dos geniales.
Lo que hace diferente a Connolly de otros autores de novela negra, es que él además impregna sus historias con elementos paranormales, provocando en este célebre detective una especie de conexión especial con el mundo de los muertos. Pero lo que me gusta es que lo hace con elegancia y mucha sutileza, insinuando más que mostrando.
"Mi abuelo me contó que, cuando era niño, el sacerdote leía los Evangelios en el lado norte de la iglesia, porque el norte siempre se había visto como una zona a la que aún no había llegado la luz de Dios. Por esa misma razón enterraban a los no bautizados, a los suicidas y a los asesinos en serie en el norte, fuera de las tapias del camposanto.
Porque el norte era un territorio negro. El norte era el lugar de las tinieblas."
En esta nueva aventura ambientada en un frío y oscuro invierno de Maine, Parker volverá a reencontrarse con viejos amigos, compañeros de sangre y fatigas, y también con antiguos amores. Me llevo para el recuerdo pasajes muy vívidos de esta historia (como el de la piscina llena de hojarasca, la visita a la residencia de ancianos, o la historia que Louis le cuenta a Charlie sobre su abuela y los duros días de la segregación).
Si queréis una recomendación de primera para estos días tan de regalos y autorregalos, aquí va la mía. Un libro trepidante y adictivo que me ha encantado. Y con este segundo libro, Connolly entra ya por derecho en este selecto club de mis autores favoritos. Me quedo con unas ganas tremendas de seguir leyendo sus siguientes libros.