lunes, 17 de junio de 2019

Solo los amantes sobreviven


Título: Solo los amantes sobreviven
Director: Jim Jarmusch
País: Reino Unido
Año: 2013
Género: Fantástico, Drama, Romántico


Opinión personal
Antes de nada, deciros que Moniki y un servidor nos tomamos una vacaciones (tranquilos, será poco tiempo), por lo que nos vemos a la vuelta.
Ahora sí, os dejo con la reseña que hoy os traigo...

Esta es la historia de dos amantes cuyo amor ha trascendido en el tiempo.
Por un lado tenemos a Adam, un músico underground profundamente deprimido, hastiado del mundo que le rodea, de cómo la humanidad ha degenerado. Vive en una casa adaptada a sus necesidades, en un barrio del extrarradio de un Detroit románticamente desolado.



Por otro lado tenemos a Eve. Ella es enigmática, en apariencia fría y a la vez apasionada. A diferencia de él, ella se ha adaptado mejor al mundo moderno en el que viven, a los cambios tan convulsos de estos tiempos. Porque, claro, no os lo he dicho, pero como podéis adivinar, ambos son vampiros. De los últimos que quedan, de hecho.



Actualmente Eve vive en la exótica Tánger. Al ser una pareja cuya intensa relación ha perdurado a lo largo de varios siglos, como es normal, de vez en cuando ponen distancia entre ambos para tener cada cual su espacio, consolidando su amor con esa madurez que da el paso del tiempo.
Pero Adam, nostálgico y bohemio, como el corazón de cualquier artista, siempre anda anclado en el pasado. Y recuerda con aflicción y añoranza encuentros y conversaciones con algunas de las mentes más brillantes que la humanidad ha conocido a lo largo de la Historia. Deprimido, no pasa por su mejor momento. Por lo que Eve decide reencontrarse con él (ya va siendo hora después de algunos años), y viajar hacia Detroit.
Y el reencuentro no puede ser mejor, pues los antiguos amantes reviven ese amor que siempre ha existido y se funden en un intenso sentimiento de complicidad mutua.


Pero no todo es tan idílico como parece, pues su libertino idilio es interrumpido con la llegada de Ava, la salvaje e incontrolable hermana menor de ella, quien rara vez ha respetado las reglas que los de su estirpe salvaguardan con escrúpulo por el bien de su existencia.
¿Podrán estos dos amantes de otra época sobrevivir en el mundo moderno que les ha tocado vivir, cuando todo a su alrededor parece desmoronarse?


Estamos ante un trabajo inusual dentro del género, que firma el ya célebre Jim Jarmusch, considerado por muchos como un poeta del cine. Es un director que ha hecho pocas películas, pero todas ellas con un sello muy personal. Tengo la impresión de que no hace cine para contentar al espectador, sino para ser fiel a una idea, una historia o lo que sea, y llevarla adelante con todas sus consecuencias. Y eso me gusta.

No es una película de vampiros al uso (de hecho la palabra "vampiro" creo que ni se pronuncia en toda la obra). No hay acción, ni un argumento absorbente lleno de intrigas y expectación. Más bien al contrario, la película se toma su tiempo para contarte lo que a ella le da la gana, presentándote a unos personajes llenos de muchos matices, a los que odiarás o amarás; como ha sido mi caso, pues esta pareja tan cool, interesante, intelectual, artística, razonadora, bohemia, sensual y todas las cosas que puedan decirse de ella, me ha encantado. Estos son los vampiros que yo prefiero. Desde mi subjetivo punto de vista, los vampiros más auténticos en la historia del cine.


Pero después de todo lo dicho, si algo tengo que destacar de la peli es el ambiente tan especial que rezuma. Si algo me llega más que nada en una peli es que se respire una atmósfera distinta a lo conocido. En este caso, al estar rodada toda de noche, y con ese toque solitario de calles prácticamente desiertas (cuando los demás duermen), me metió mucho en la historia que se nos cuenta, abstrayéndome por un rato de mi realidad.
Un día tengo que traeros un listado con esas pelis por cuya ambientación especial ya merecen la pena, las que a mí me han parecido que están contadas con ese halo envolvente. Palabrita.

Resumiendo, una joyita del cine que, como todas esas perlas de cine independiente, no se la recomendaría a cualquiera. Lo que a mí me ha parecido interesante, con personajes profundos y una historia hipnótica, a otros de seguro les parecerá algo lento, aburrido y carente de interés. Opiniones hay miles, pero aquí os he dejado la mía. Sois vosotros los que deberéis decidir si acompañar o no a estos dos románticos en su idilio inmortal.





martes, 11 de junio de 2019

Spotlight


Título: Spotlight
Director: Thomas McCarthy
País: Estados Unidos
Año: 2015
Género: Drama


Opinión personal
No sé vosotros pero para mí saber que una película está basada en hechos reales hace que la vea desde otra perspectiva, y si además se trata de un tema crudo o delicado me llega aún más. La peli de la que os quiero hablar hoy trata sobre el abuso sexual dentro de la Iglesia.

En el periódico estatal de Boston hay un departamento llamado Spotlight, formado por cuatro miembros. Este grupo elige libremente los temas a tratar y todo es estrictamente confidencial. Justo ahora acaban de nombrar a un nuevo director para el periódico. Un hombre judío que viene de otra ciudad y nada tiene que ver con Boston. Nada más llegar muestra bastante interés sobre unos hechos aparentemente aislados de pederastia cometidos por unos curas en el estado de Massachussets.


El departamento realiza una magnífica labor de investigación y descubre que dichos hechos son la punta del iceberg. Sacan a la luz a más de 80 religiosos que durante años abusaron de menores. Y lo que aún es más fuerte, consiguen pruebas que evidencian cómo la propia archidiócesis ha ido apartando a esos sacerdotes, moviéndolos de iglesia en iglesia, escondiéndolos en pisos pilotos y tapando por completo los hechos cometidos.



Os podéis hacer una idea lo que provoca los descubrimientos de estos periodistas. Consiguen que algunas de las víctimas testificasen públicamente e incluso alguno de esos curas llega a reconocerles los hechos. Conforme iban haciendo más ruido aparecían las amenazas y la tensión era mayor a su alrededor. 



Me ha parecido una película bastante interesante porque no cae para nada en el morbo de los hechos en sí, sino que trata más bien de periodismo puro. Los periodistas son los típicos que se desviven por la historia pero por destaparla, para que los culpables salgan a la luz. Una historia muy entretenida y apasionante. Cuesta creer que hechos tan graves sean escondidos bajo la hipocresía de una entidad que prefiere callar a condenar.




martes, 4 de junio de 2019

Asomados al vacío


Título: Asomados al vacío
Autor: Manuel Osuna
Páginas: 241
Año de edición: 2018
Género: Thriller, Drama


Opinión personal
Este libro lo leí hace ya tiempo, pero no quería dejar pasar la ocasión de traéroslo porque de veras que merece la pena. Y es que los anteriores de Manuel Osuna (Laberintos y Hollywood Boulevard) me gustaron mucho; como estos son de relatos, quería ver qué tal se movía con Asomados al vacío, su primera novela.

La historia se ambienta en los 80 y sus protagonistas son adolescentes (ya solo con estos ingredientes me atrajo mucho). Ya en las primeras páginas conocemos a Ángel, un chico triste y enfadado con el mundo, pues el mundo se porta mal con él; su mundo más cercano, al menos. Su día a día en el colegio es un infierno, y cansado de burlas y humillaciones, cada vez está más a punto de romperse, de tirar la toalla y tomar una decisión desesperada. Por más sesiones con el psiquiatra tratando de encontrar algo de serenidad, su vida no parece cambiar en absoluto. Al contrario, cada mañana en el aula, o al final de sus horas lectivas, al salir al patio, la pesadilla se recrudece hasta límites insospechados.



Y no es que Ángel sea un muchacho sumiso y callado o que se deje pisotear, más bien todo lo contrario, pues tiene su orgullo, es solo que ha tenido la desgracia de coincidir con Mario en su misma clase, uno de esos especímenes con mucha labia y poco cerebro, que disfrutan haciendo sufrir al resto. Mario, anárquico y cruel por naturaleza, el típico matón de patio que no respeta ni a los profesores, y al que su camarilla de brutos y repetidores le ríe todas las gracias. Acostumbrado a ponerle motes a cada uno de sus compañeros (bien por un rasgo físico o de personalidad), vamos conociendo a todos los alumnos de esta clase de 8º B.
Porque eso sí, personajes hay bastantes. Cosa que al principio me inquietó, pero que luego vi que eran bien reconocibles, y que Manuel Osuna los lleva a todos para adelante magníficamente sin que haya confusión o despiste. Cada uno con sus miedos,  sus inquietudes y sus pasiones secretas.

En un momento dado, más adelante, conocidos ya un poco por encima los distintos personajes, llega el día de una excursión escolar que tenían programada a las ruinas de un anfiteatro romano. Los chicos acogen el evento con ganas (cualquier cosa con tal de escapar de un soporífero día de clases), y suben al autobús.
Pero algo pasa por el camino, durante el viaje, que lo cambia todo. Una intensa experiencia que jamás olvidarán... y hasta aquí puedo leer, porque no quiero chafaros la sorpresa.



Estamos ante una novela coral, intrigante y absorbente, donde cada personaje tiene su propio interés, pues entre todos conforman las aristas de esta historia. Si tuviese que quedarme con uno favorito sería Laura, la única de la clase que no se deja arrastrar por lo que opine la mayoría y mira por el bien de Ángel.

"Ángel se levantó, abrió la mesita de Miguel y le cogió la cajetilla de Fortuna. Se encendió un cigarrillo y volvió a sentarse en la cama masajeándose la frente, como si aquel gesto ayudara a aclarar sus pensamientos.
-¿Desde cuándo fumas? -se extrañó ella.
-Empiezo hoy.
-Pues no te pega nada.
-Ah, ¿no? ¿Qué pasa, que fumar es de gente guay y yo no lo soy?
-No he dicho eso. Para mí, quien necesita tener un cigarro en la mano para creerse alguien, es que no es nadie. Y tú no eres así.
-¿Pero tú de qué me conoces? -contestó antes de toser-. ¿Qué sabrás cómo soy yo, niña?
-Nos conocemos desde preescolar, cuando íbamos juntos a sacar punta a la papelera y aprovechábamos para tirarnos allí media hora hablando -mencionó Laura viejos tiempos-. ¿Te acuerdas del año que me tocó ser tu amiga invisible?
-Me regalaste un cepillo de dientes -confirmó él con reproche.
-¡Bien chulo que era, con su pasta dentífrica a juego!
-Eso no se regala. Parece que llamas guarro al que se lo das.
-Perdona, no iba con indirecta. Igual es que somos un poco susceptibles. El que se pica, ajos come... Para mí era un buen regalo, que yo tenía otro igual.
-Que sí, que vale...
Ángel volvió a dar otra calada con evidente expresión de desagrado y terminó espachurrando el cigarro contra la mesita metálica."

Leí en su día algunas reseñas donde decían que ciertos comportamientos agresivos eran algo impropios para personajes de estas edades, y quería añadir mi opinión, diciendo que no estoy nada de acuerdo. En mi época (y lo sé porque siempre he trabado amistad con el perdedor, del que los demás abusaban), por aquellos años convulsos en los que éramos todo hormonas y el sobrellevar una imagen, había auténticos cabroncetes a los que los adultos no solían prestar mucha atención, mentes sádicas que disfrutaban torturando a un animal indefenso o ridiculizando a ese chico diferente al resto. Esto del bullying solo es una palabra de ahora, la hijoputez ha existido de siempre. Así que, por mi parte, la novela retrata con brillantez ciertas conductas juveniles.

Sabéis, cuando el autor de un libro es amigo, y en este caso un muy buen amigo (nada menos que el responsable del prólogo de El niño pájaro), me asalta cierta inquietud. ¿Y si no me gusta? No quiero ser hipócrita con los que me leéis, y si un libro me deja frío os lo digo. Si, peor aún, no me ha gustado, directamente no lo reseño (flaco favor le hago al autor). Sin embargo, cuando un libro me ha encantado, como ha sido el caso de Asomados al vacío, me alegra tanto... Y al mismo tiempo me cabrea que no tenga más fama que, quizá, esos bestsellers o esas novedades de grandes editoriales que se anuncian por ahí a bombo y platillo y que no merecen ni la mitad del reconocimiento. No obstante, al poco de yo leerlo se llevó el premio a la mejor novela de 2019 de Editorial Círculo Rojo, lo cual me hizo mucha ilusión.
Al margen del dramatismo y la angustia que la novela de Manuel nos hace pasar, me resultó muy amena y refrescante, transportándome a esos años de la EGB, haciendo aflorar en mí esa nostalgia ochentera, pues el libro está cargado de referencias culturales de la época (expresiones, tacos, películas, música, libros y revistas, juegos, programas y anuncios de la tele, cosas que se hacían entonces y maneras de relacionarnos antes de que llegara el móvil, el internet y otras moderneces...). Por cierto, si no lo digo reviento, me encantó el guiño a Emilio el del videoclub (mi personaje favorito de Laberintos).

Sin duda el mejor libro del autor hasta la fecha, tanto me gustó, que estará entre mis mejores lecturas del año. Una entretenidísima novela que os beberéis a grandes tragos y que os garantizo no os dejará indiferentes.





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