lunes, 25 de marzo de 2019

Mirai, mi hermana pequeña


Título: Mirai, mi hermana pequeña
Director: Mamoru Hosada
País: Japón
Año: 2018
Género: Animación, Fantástico


Opinión personal
En cuanto me enteré que se estrenaba en cines, fuimos a verla enseguida (hará un par de semanas). Y es que, qué queréis que os diga, al margen del maestro Miyazaki, que es un fuera de serie, Mamoru Hosada se ha convertido en mi director de anime favorito. Me he visto todas sus pelis, y todas me han encantado. Os las recomiendo encarecidamente.

 

Tenéis reseña de El niño y la bestia pinchando aquí.

Pero centrándonos en su última película, Mirai, mi hermana pequeña...
Nada más empezar se nos presenta a Kun, un niño consentido de cuatro años. Esta historia la veremos desde su punto de vista. Creo que es muy difícil hacer creíble la personalidad y la visión de un niño tan pequeño, y en esta película lo consiguen con creces, pues desde los primeros minutos logra cautivarnos.



Rápidamente nos adentramos entre las distintas estancias de su casa (donde transcurre gran parte de la historia). ¡¡Y qué casa!! Me he enamorado de esa casa, se nota que el padre del niño es arquitecto.
Lo han dejado al cargo de su abuela, pero al poco llegan sus padres (se entiende que del hospital) con la hermanita de Kun, que nada más entrar por la puerta le presentan.



Ante la recién llegada, Kun es pura expectación, pues nunca ha visto un bebé. Y pronto llena la cuna de su hermanita de juguetes, pensando que podrá jugar con él.



Pero lejos de la ilusión que al principio le hacía, Kun ve cómo de un día para otro las cosas en casa cambian drásticamente. Sus padres se comportan de forma rara, ya no le prestan atención, ahora todo parece girar en torno a Mirai, que es como han llamado al bebé, consiguiendo que los celos y la envidia afloren poco a poco.



El tiempo pasa y Mirai va creciendo, y aunque Kun intenta que juegue con él, todavía es demasiado pequeña para ello. Con lo que se resigna a jugar solo, o en ocasiones con su perro.



Y este sentimiento de soledad hace que Kun desarrolle su imaginación hasta límites insospechados, creando personajes imaginarios, viviendo fantasías... De todas formas no está muy claro, la película te deja con la duda de si es imaginado o real; como por ejemplo la "versión humana" de su perro, que le pide favores, y otros más personajes, digamos, muy cercanos a él.


Aunque de entre todo este elenco de personajes curiosos, sin duda el que más protagonismo adquiere es Mirai. Pero no su hermana pequeña del presente, sino la Mirai del futuro, que viaja a través del tiempo para pedirle algo.
Si al principio Kun está tirante con ella, pues por su culpa ya nadie le hace el menor caso, pronto su hermana del futuro se gana su confianza.



No os quiero contar más, porque me gustaría que la descubrieseis y la degustarais por vosotros mismos. Nominada este año al Oscar en la categoría de Mejor película de animación, Mirai, mi hermana pequeña es toda una delicia para saborear con calma y dejarse llevar por su realismo mágico, un relato familiar y cotidiano que cuando termina te quedas con ganas de que continúe para saber qué será de estos personajes. La sencillez y la delicadeza con las que está contada hace que te quites el sombrero ante la maestría de Mamoru Hosada, un peso pesado de la animación nipona. De todas sus pelis, posiblemente esta sea la más blanca e inocente (como le pasó a Miyazaki con Mi vecino Totoro o Ponyo), y por eso es imposible que no la ames.
Pese a su corte infantil, es una historia casi poética con muchos matices, más pensada para adultos que para niños, aunque la disfrutarán todos.






lunes, 18 de marzo de 2019

El tatuador de Auschwitz


Título: El tatuador de Auschwitz
Autor: Heather Morris
Páginas: 320
Año de edición: 2018
Género: Narrativa


Opinión personal
Cualquier historia basada en el Holocausto es dura por sí sola, pero cuando sabes que lo que estás leyendo lo vivió el protagonista en primera persona es aún más cruda si cabe. Desde siempre me apasiona todo lo relacionado con el genocidio judío. Películas, documentales y libros. Hace poco precisamente tuve la suerte de poder ver en el cine un clásico de este género, La lista de Schindler. Por motivo de su 25 aniversario estuvo en cartelera unos días y pude disfrutarla en la gran pantalla por primera vez, aunque ya la había visto en casa.


En este libro la autora nos cuenta la historia de Lale Sokolov, un judío eslovaco que fue encarcelado en Auschwitz en 1942. Allí es obligado a ser tatuador de los miles de prisioneros que llegan. Esta tarea asignada le da ciertos privilegios que aprovecha para ayudar a sus compañeros. En el campo de exterminio, Lale conoce a una chica eslovaca de la que se enamora.

Lale se ve obligado a dejar su hogar y de un día para otro acaba en un vagón de tren de carga de animales donde apenas es posible respirar. La incertidumbre y el miedo se apoderan de él y del resto de judíos. Cuando llegan a su destino, son marcados de por vida por un número tatuado en el brazo y sometidos a la violencia extrema.


Parece mentira que en un lugar así pueda nacer el amor entre dos personas. En cuanto Lale conoce a Gita se queda prendado de ella. Con la ayuda de un guardia personal de las SS, nuestro protagonista consigue hacerle llegar a ella cartas y comienzan a verse los domingos. Comienza así una bonita historia de amor.
Ser el tatuador le dio cierto trato de favor a Lale y siempre que puede saca doble ración de comida para repartir entre los otros prisioneros y su chica.


Sin entrar en muchos más detalles os diré que aunque para algunos puede ser un tema muy trillado, esta historia innova en este género porque leyendo este libro he llegado a imaginarme el día a día en un campo de concentración. El reparto de los prisioneros, las distintas zonas del campo, las tareas asignadas o las relaciones entre los prisioneros y los nazis. No se centra en las cámaras de gas y en el exterminio en general, sino que hace un zoom mostrando la rutina diaria de los prisioneros.


Sobre todo al final del libro, me he emocionado muchísimo al leer cómo cuenta la autora la manera en la que conoció al protagonista de esta historia y cómo llega a escribir este libro. Me sorprendió también cuando vi el plano del campo de concentración y reconocí cada lugar descrito durante la historia. Ver fotos reales hizo que se me pusieran los pelos de punta. La historia de Lale es un ejemplo de valentía y superación, como la de miles y miles de judíos víctimas de este genocidio.



martes, 12 de marzo de 2019

El éxodo de los gnomos


Título: El éxodo de los gnomos
Autor: Terry Pratchett
Páginas: 693
Año de edición: 2008
Género: Fantástico


Opinión personal
Posiblemente, después de los enanos, mi segunda raza favorita en la Fantasía sean los gnomos. Es por lo que intuía que este libro me iba a gustar. Y como me suele pasar cuando leo un libro que he disfrutado mucho, acabo reprochándome eso de... "¿Cómo he tardado tanto en rescatarlo de mi biblioteca personal?".
Originalmente publicado por entregas (es decir, por separado), este libro reúne en un solo volumen la trilogía al completo. Yo, la verdad, me lo he tomado como una única historia, y lo leí de una tacada, pues más amena y entretenida no puede ser. Y a pesar del considerable nº de páginas, me lo bebí, pues se lee en nada. Y la edición es tan liviana... Algo que me encantó, pues a pesar del grosor, apenas pesa nada y resulta muy cómoda y manejable.
Paso a comentaros un poco por encima los 3 libros o partes:

-Camioneros.
La historia empieza introduciéndonos en la madriguera de unos gnomos, en la ladera de una colina junto a una autopista. Tenemos a Masklin, protagonista indiscutible, un gnomo de mediana edad que se encarga de cazar para el resto del reducido grupo de gnomos que queda allí; pues la mayoría acabó marchándose hace ya mucho en busca de un futuro, lejos de esas duras tierras.
Hace lo que puede, pero parece que no es suficiente, pues no siempre hay ratas para cazar y, a falta de algo que llevarse a la boca, acaba cruzando la autopista, rebuscando en algún contenedor de bar de carretera, entre la basura que tiran los humanos.
También está Grimma, una gnoma con la que a menudo discute por tener intereses distintos. Ella le hace ver que no pueden abandonar a la tribu a su suerte, casi todos vejestorios, pues le deben mucho. Él lo comprende, pero a su vez se lamenta por seguir allí, llevando una vida de miserias y penurias, por no haberse marchado como ya hicieron otros en su día, cuando salieron en busca de oportunidades.

"-Sabes que no querrán irse -objetó ella-. Son demasiados viejos y todos han crecido aquí. Les gusta el sitio.
-Les gusta mientras estemos nosotros para atenderlos -afirmó Masklin.
Dejaron el asunto allí. Para cenar, hubo avellana. La de Masklin tenía un gusano.
Cuando terminó, salió de la guarida y se sentó en lo alto del terraplén con la barbilla entre las manos, contemplando una vez más la autopista.
Era un río de luces rojas y blancas. Dentro de las cajas que circulaban por ella viajaban humanos, dedicados a los misteriosos asuntos en que ocupaban su tiempo los humanos. Fueran cuales fuesen tales asuntos, siempre parecían tener prisa por llegar."

En un momento dado, a causa de un incidente grave, Masklin y los suyos se ven obligados a dejar su agujero y, ocultándose en la parte trasera de un camión estacionado en un área de servicio, huyen de aquellas tierras, sin saber hacia dónde se dirigen. Y el viaje los lleva hasta los almacenes de un gran hipermercado.
Allí, para su sorpresa, en el subsuelo de estos almacenes, descubrirán a otros gnomos. Gnomos que se establecieron en este lugar no sé sabe cuándo, y al no conocer otra cosa, toma al grupo de Masklin por seres extraños, pues nunca han salido al Exterior. De hecho, según sus creencias, el Exterior ni siquiera existe. ¿Sol? ¿Luna? Son conceptos, como muchos otros, que no entienden cuando Masklin y los suyos les relatan como algo normal. Para ellos el día es cuando las luces del hipermercado están encendidas y la noche cuando están apagadas.
Para el grupo recién llegado todo es nuevo, desde la comida, rica y apetitosa, envuelta en bandejas (nada que ver con la carne cruda de roedores o los restos de manzana podrida de algún contenedor), hasta la cantidad de gnomos que pululan por allí en aquel mundo subterráneo. ¡Miles!, una cifra de la que Masklin nunca ha escuchado. Bajo ese techo, todo está dividido en guetos que viven en distintos barrios: está el clan de Mercería, el clan de Frutería, el clan de Jardinería... Y ellos, recién llegados, no encajan en ningún departamento. Pero pronto revolucionarán el sitio con sus ideas "estrafalarias".



Esta primera parte me encantó. De hecho, es mi favorita del libro, lo cual no quiere decir que las otras no las disfrutara (apreciación personal, totalmente subjetiva). Aunque los protas están perfectamente definidos, el elenco de secundarios es de lujo. Me atrevería a decir que el verdadero encanto del libro.
9/10

-Cavadores.
Sin entrar mucho en detalles, en este segundo bloque hay un cambio de escenario por razones que no contaré, y los gnomos se ven abocados a un giro brusco que pone sus vidas patas arriba. Llegan nuevos personajes, y nuevas situaciones a las que ni unos ni otros están acostumbrados.

"Gurder y Angalo estaban discutiendo acaloradamente cuando Masklin regresó, pero el gnomo no intentó mediar en el enfrentamiento. Se limitó a dejar la Cosa en el suelo y a sentarse junto a ella, observando la disputa que tenía lugar entre los dos gnomos.
Era curioso cómo la gente necesitaba pelearse. Masklin había advertido que el secreto consistía en no escuchar nunca lo que decía el otro. Y Gurder y Angalo practicaban este arte a la perfección. El problema estaba en que ninguno de los dos se sentía completamente seguro de tener la razón y lo más curioso era que, cuanto menos convencido estaba uno de tenerla, más trataba de imponer su opinión al otro a base de gritos, como si el primero a quien tratara de convencerse fuera a uno mismo."


Debido a conflictos internos y peligros externos, Masklin, liderando un pequeño destacamento, emprenderá un viaje casi utópico en busca de una solución, algo que garantice la supervivencia de su pueblo, cada vez más inestable. Por lo que, prácticamente toda esta segunda parte nos pondremos en la piel de Grimma, compañera de este, que, junto con otros, se queda a cargo de los miles de gnomos. El tiempo pasará sin que Masklin regrese, y mientras tanto entre los gnomos no dejan de surgir problemas.
8/10

-La nave.
En este último bloque nos enteraremos de las vicisitudes que Masklin y sus dos o tres compañeros han tenido que pasar en ese viaje desde que salieron. Seremos testigos de varias sorpresas, y nuestros personajes madurarán a través de la experiencia, cayendo en la cuenta de que no son los seres más importantes ni inteligentes del mundo como se tenían, y que los humanos tal vez no sean tan estúpidos y atolondrados. Descubrirán que, comparado con otras fuerzas ajenas a ellos, su existencia es insignificante, y allá adonde vayan jamás escaparán a la presencia de los humanos.

"Masklin se arrastró hasta el borde del agujero y miró entre los cables. Al otro lado había unos pies humanos. Pies de mujer humana, por su aspecto. Normalmente, eran los que llevaban un calzado menos práctico.
Uno podía averiguar muchas cosas de los humanos observando sus zapatos. La mayor parte del tiempo, era lo único que un gnomo alcanzaba a ver de ellos. El resto del humano era, por lo general, poco más que los negros orificios de una nariz, allá en las alturas."



¿Conseguirán nuestros héroes en miniatura su objetivo? ¿Qué será del incierto futuro de su raza? Tendréis que leerlo para descubrirlo. Lo que sí os puedo asegurar es que, en el durante de su desesperada misión, nos harán vivir situaciones del todo estrafalarias y surrealistas.

"-¿Entiendes algo, Cosa? -preguntó Masklin.
Sí. El humano del cartel dice que está aquí para llevar a nuestro humano a un hotel, que es un lugar donde los humanos comen y duermen. En cuanto al resto, sólo ha repetido esas cosas que los humanos se dicen entre ellos para asegurarse de que siguen con vida.
-¿A qué te refieres? -inquirió Masklin.
A esas frases como "Que tenga un buen día", "¿Cómo está usted?" o " Vaya tiempecito está haciendo últimamente, ¿no?". Con esas palabras lo que pretenden decir es: "Yo estoy vivo y tú también".
-Es cierto, pero los gnomos utilizan el mismo tipo de fórmula, Cosa. Lo llamamos "llevarse bien con los demás". Y te sugiero que pruebes a hacerlo tú también."
7/10



.....

No me suelo reír con los libros, soy así. Pero con este os aseguro que alguna que otra vez Moniki me miraba extrañada, sin entender mis carcajadas. No lo he dicho, pero es una historia ambientada en la actualidad, no tiene nada que ver con el universo Mundodisco, aunque esté escrita por el mismo autor, por lo que, a su vez, me parece la elección perfecta para aquellos que lleváis tiempo con ganas de leer a Pratchett y, al mismo tiempo, os da pereza adentraros en una saga tan longeva como Mundodisco.
Es más, hasta la fecha mis libros favoritos del autor eran Ritos iguales y ¡Guardias, guardias!; y El éxodo de los gnomos (sin pertenecer a su saga más conocida) me ha gustado más incluso.
Como único punto negativo, destacar las numerosas erratas que he encontrado en esta edición. No obstante, ni siquiera eso resta a las buenas impresiones que deja.
No solo entretiene, te hace reflexionar, atesorándonos con interesantes puntos de vista (siempre a través de la mordaz ironía del autor) sobre cantidad de aspectos que funcionan de crítica, si lo llevamos a nuestro terreno. Aquí confluyen pensamientos y conductas universales, como el egocentrismo existencial, las clases de poder, la ignorancia frente al poder de los libros, el miedo al cambio, los eternos contrastes generacionales, el choque del dogmatismo religioso contra la lógica, el intelecto y el sentido común de las ciencias...
De todas formas, si lo que buscáis es simplemente evasión y desconectar con algo diferente, adictivo, y con personajes con encanto, este es vuestro libro. Una fantasía cotidiana, cercana, de andar por casa.





miércoles, 6 de marzo de 2019

Brooklyn


Título: Brooklyn
Director: John Crowley
País: Irlanda
Año: 2015
Género: Drama. Romance.



Opinión personal
Basada en un libro (que por cierto no he leído), Brooklyn es la historia de una chica de un pueblo del sur de Irlanda. Allí todos se conocen y todo se sabe. En plenos años 50, Eilis vive bajo unas estrictas normas y con pocas expectativas de futuro. Trabaja en una tienda de comestibles y tiene por jefa a una amargada, reprimida y envidiosa. El día a día es una pesadilla para la joven.
Gracias a la ayuda del padre Flood, el párroco del pueblo, tiene la oportunidad de viajar y emprender una nueva vida en América. Algo que la llena de ilusiones, aunque con la pena de dejar atrás a su madre y a su hermana mayor. Así es como comienza su nueva vida, con una maleta y llena de miedos e inseguridades.
Al llegar a New York se instala en Brooklyn, en una casa de huéspedes para muchachas irlandesas, donde debe mantener las normas de recato de su tierra natal pero pudiendo trabajar, estudiar y prosperar. Los comienzos no fueron fáciles. Eilis pasa por un duro luto de nostalgia por su tierra y su familia, que con el paso del tiempo va desapareciendo.



Tony Fiorello, un chico italiano que conoce en un baile, es gran responsable de que la joven recupere la sonrisa. Comienzan a salir y acaban enamorándose perdidamente. Él le presenta a su familia y la relación se formaliza. Y de pronto, cuando todo parece irles a pedir de boca, Eilis debe ir a su pueblo urgentemente, pues ha pasado algo terrible. Tony teme que no vuelva y le pide que se casen antes de ella partir. Cree que así será más fácil que vuelva.



A partir de aquí la historia toma otro rumbo, descolocándome. El pueblo que dejó Eilis ha cambiado muchísimo. Hay más trabajo y hasta la gente parece que ha cambiado. No le habla a nadie de Tony ni de su estado civil. Se reencuentra con su mejor amiga, la cual se casa en unos días y espera que asista a su boda. Lo que prolonga su estancia allí. Conoce a un chico que cumple todos los requisitos para ser el marido ideal y consigue un buen trabajo temporal como contable. Su madre está encantada con tenerla en casa y actúa como si ella hubiese llegado para quedarse. En cuestión de días su vida cambia radicalmente y encuentra todo aquello que ansiaba cuando partió a América. ¿Por qué no quedarse en su tierra, con sus amigos y familia?





En esta película viajamos en el tiempo y se refleja la importancia de las decisiones que tomamos para el rumbo de nuestra vida. El vestuario, ambientación y música te transportan a otra época. La protagonista me ha transmitido a la perfección el miedo y la angustia de llegar a un país desconocido y sola. A pesar de superarlo con el paso del tiempo, Eilis siempre tendrá ese sentimiento nostálgico del inmigrante y lo transmite en todo momento.  Puede ser, a primera vista, una historia sencilla, pero a mí me ha cautivado.








Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...