Título: Parásitos
Director: Bong Joon-ho
País: Corea del Sur
País: Corea del Sur
Año: 2019
Género: Suspense, Drama
Opinión personal
Hace ya algunos meses que la vi, y me sigue maravillando. Es una de esas historias que no se olvidan fácilmente. No podía dejar pasar la oportunidad de traérosla, aunque supongo que muchos ya la habréis visto.
La película nos mete en la piel de una familia que pasa serios apuros económicos, pues ninguno de sus miembros tiene trabajo. Pertenecen al escalafón más bajo, y malviven en unas condiciones lamentables. Y a pesar de todo, existe una unión y una complicidad entre ellos que ya la querrían otros.
Un buen día, el hijo de esta familia (que a pesar de su extrema pobreza tiene estudios) queda con un amigo. Este, antiguo compañero de facultad, le confiesa que está dando clases particulares de inglés a la hija de una familia adinerada, y que de paso está conquistándola para una posible relación seria. Pero tendrá que irse de viaje una temporada y, conociendo la mala situación de su amigo, le propone que lo sustituya en su ausencia, para que de paso se saque un dinero. Sabe que el inglés de este es bueno y que, lo más importante, es buen chaval, no tratará de aprovecharse de la situación ni intentar nada con su futura novia... (Pobre iluso).
Cuando nuestro joven protagonista va a la dirección que le ha dado su amigo, alucina con el nivel de ostentosidad y lujo de esta familia. La madre de la chica a la que tiene que dar clases de inglés es la encargada de atenderlo, examinarlo y de darle el visto bueno. El muchacho hace entonces el papel de su vida, comportándose de forma distinguida y atenta, y la entrevista termina siendo un éxito.
Pero esto es solo el principio, porque una vez mete un pie en esta casa, empieza a recabar información e intimidades de esta elitista familia, usándolas en su beneficio. Una vez contratado como profesor particular, se las ingenia para, mediante argucias y manipulaciones, ir metiendo a los demás miembros de su familia en diferentes trabajos domésticos de la casa, como asistenta o chófer, de forma que parezca casual y sin que nadie los relacione entre ellos. Porque (y aquí está lo interesante de la historia) nadie puede saber que son familia. Pero, claro, todo se va enredando poco a poco. Es una historia que va de menos a más.
En cualquier caso, lo que más pone de relieve la película, y debo decir que con maestría, son los contrastes entre sus protagonistas, el choque tan grande entre ambas familias, los muy ricos y los muy pobres. Una retrato social que este director coreano aprovecha para contarnos una original historia que oscila entre el drama y la comedia más negra.
Tal es el nivel de conocimiento que empieza a atesorar esta familia pobre, empapándose de todas las intimidades de la familia rica, que cuando los dueños de la casa se ausentan en alguna que otra ocasión, los otros fantasean con un futuro que no existe, imaginando lo diferentes que serían sus vidas habitando en una casa así.
Sin embargo, la casa tiene sus propios secretos, cosas que ni siquiera ellos imaginan... Y aquí me quedo porque merece la pena que lo descubráis vosotros.
De este director vi anteriormente Rompenieves y Okja (ambas me gustaron mucho y os las recomiendo si os apetece ver algo distinto, las dos muy originales). Pero claro, con Parásitos tengo la impresión de que ha batido su marca personal, es normal que la crítica se haya rendido a sus pies. La gran triunfadora de los Oscars hace un par de años, llevándose 4 estatuillas doradas (entre ellas Mejor película y Mejor director, que ahí es nada). Y no me extraña, porque es una genialidad de nuestro tiempo.
Si algo tuviese que destacar de la película (además de esa gran historia que no dejará indiferente a nadie, o la magnífica interpretación de sus actores) es su fotografía tan cuidada, me pareció increíble los planos tan elegantes que tiene.
Parásitos es suspense puro, haciéndonos vivir situaciones absurdas y a su vez tiernas, momentos de auténtica tensión e invitándonos también a la reflexión, es crítica, inteligente, inmoral, macabra, sucia, trepidante, imprevisible, llena de giros y de sorpresas que nos dejarán en vilo. Es todo eso y más, y, posiblemente, si no hay otra que le quite el puesto, la mejor película que haya visto este año.